Citroën reemplaza con el C5 Aircross algunos aspectos del C4 Aircross, un SUV compacto derivado del Mitsubishi ASX que no tuvo el éxito que buscaba la marca del grupo francés.
Y lo hace con un modelo 100 % PSA que comparte la plataforma EMP2 con los Peugeot 3008 y 5008 y con el Opel Grandland X, aunque a partir de esto comienzan las diferencias. Con relación al 3008, es 50 milímetros más largo (4m50) y la ganancia es de 160 milímetros respecto al de su reemplazado C4 Aircross, mostrando un tamaño similar al de uno de sus principales rivales, el VW Tiguan.
Pese a que está definido como un SUV, el C5 Aircross no sustituirá solamente al C4 Aircross, sino que también intentará hacer lo propio con el Citroën C5, a partir que desde ahora el nuevo modelo de Citroën será la nave-insignia de la marca.
El C5 Aircross hará del confort de marcha una regla, por lo que dispondrá desde las versiones de entrada de amortiguadores con topes hidráulicos progresivos, derivados de los utilizados en competición por la marca en WRC, unidades que entregan una mejor absorción ante las irregularidades del suelo y los impactos que provocan. Los asientos Advance Confort que equipan al nuevo SUV de Citroën cuentan con una espuma adicional de 15 milímetros de espesor para hacerlos más mullidos y con un confort superior.
A diferencia del C5 Aircross chino y de la mayoría de sus rivales, el C5 Aircross europeo cuenta con tres plazas traseras individuales, todas con el mismo ancho y largo y con regulación individual en longitud, lo que lo convierte en uno de los pocos vehículos de su segmento en ser una auténtico cinco plazas y no un 4+1 como casi todos sus competidores.
El baúl es uno de los más grandes del segmento -sino el más - con un volumen que abarca desde 580 (con las tres plazas al máximo) hasta 720 litros de capacidad, de acuerdo al desplazamiento de los asientos y su configuración.
El hecho de compartir hasta el 60 % de sus piezas con el Peugeot 3008, no impide que el nuevo SUV sea claramente un Citroën en términos de diseño. Todos los elementos del lenguaje estético de la marca están presentes: faros delanteros en dos niveles, airbumps en la parte baja, los chevrones integrados a la parrilla, la silueta poderosa sugerida por el C3 Aircross, etc.
En el interior, el panel propone un cuadro de instrumentos con pantalla digital de 12” y cargador para móvil por inducción, dos elementos que parecen ser hoy equipo de norma en un SUV, incorpora navegador con visión 3D y el sistema multimedia es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
El C5 Aircross está equipado con control de crucero adaptativo con función Stop&Go automática, que sumado al sistema de mantenimiento de carril proponen un sistema de conducción semiautónoma.
El nuevo modelo llegará a los mercados europeos a fines de esta temporada con cuatro motorizaciones. Se podrá elegir entre los nafteros PureTech de 1.2 litros y 130 CV (tricilíndrico) y el PureTech 1.6 litros de 180 CV (cuatro cilindros). En diésel, la oferta contempla el BlueHDi 1.5 litros de 130 CV y el BlueHDi 2.0 litros de 180 CV.
El cambio automático EAT8 (A8) será equipo de serie en los PureTech y BlueHDI de 180 CV y opcional en el BlueHDi de 130 CV. Se mantendrá el sistema de tracción 4x2 con sistema Grip Control y está descartada la posibilidad de montar tracción integral.
A finales de 2019, llegaría al mercado el C5 Aircross Hybrid plug-in, al cual le adjudican una potencia total de 230 CV, todavía con una limitada autonomía en modo eléctrico de 60 kilómetros.

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