"Se nota claramente que hubo mucha atención por los detalles", abrió con la primera impresión Sebastien Vettel, luego de que el improvisado presentador, Marc Gené, le pasara el micrófono luego de su dilatado introito.
Y siempre con la mirada puesta en la flamante SF 71H, deslizó un musitado “impresionante” a mitad de recorrido, no solo porque lo sorprendiera el conjunto, sino porque los tiempos se habían acortado dramáticamente en los últimos días.
De esta manera, Vettel, estableció una especie de tregua con todos los allegados a la marca, desde el último integrante del equipo y operario de la fábrica, hasta con los invitados especiales por Maranello, luego de un traumático 2017 donde todo lo ganado a través de sus cinco victorias, se desmoronó luego del “Ferragosto” por una sugestiva combinación de errores de pilotaje y averías mecánicas.
Vettel lideró el torneo de F1 hasta la 13ª fecha –nada menos que el Gran Premio de Italia-, pero su bien encaminado desafío, y el de Ferrari, se esfumaron durante las carreras asiáticas.
Los resquemores que surgieron a partir de esa irregular performance fueron minimizados por la activa participación del alemán en el debut del nuevo modelo.
“Sigo sorprendido por la atención a los detalles”, insistió y luego, ya más relajado luego de la tensión inicial, entró en tema…
“Aquí se nota que hay muchas horas de trabajo, no solo durante la temporada baja, durante el invierno, sino muy temprano en la temporada pasada, cuando comenzamos con el nuevo proyecto, y me detengo aquí, para destacar este momento tan especial para todos nosotros.
La cantidad de esfuerzo que se ha involucrado, e insisto, la atención al más mínimo detalle en tantas áreas del auto, es impresionante. La verdadera magia, que esperamos se muestre en la pista, está debajo de lo que se puede ver, pero cada pequeño detalle importa y creo que el auto de este año, es un gran paso respecto al del año pasado. Sin embargo, la verdadera respuesta que todos queremos obtener está en la pista, así que nuestra próxima sensación saldrá desde allí… ".
Ferrari actuó rápidamente para encarar cualquier posible problema mecánico futuro al nombrar a María Mendoza como observadora de Ferrari en su departamento de control de calidad, nombramiento que contó con el pláceme de Vettel y que se conoció en la mismísima presentación.
Esto fue casi como una devolución de disculpas a su piloto-líder por los errores de 2017, lo que logró un sinceramiento de ambas partes que siempre resulta saludable en grupos que trabajan con altos niveles de tensión durante mucho tiempo.
Sumado a la firma de un nuevo contrato por parte de Vettel, que lo hará quedarse hasta fines de 2020, todo lo “periférico” para encarar una nueva temporada, con las altas expectativas de siempre para Ferrari, parece alineado para responder a nivel de las exigencias.
Sin embargo, el mudo testigo de esta verdadera “puesta en escena” que año tras año se repite en Maranello, la SF 71H, todavía no dijo la última palabra…

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