APE acordó la venta de su participación en el grupo PSA (12,7%) por u$s 1.920 millones de euros, más del doble de los 800 millones de euros que pagó, oportunamente, cuando salió al rescate del por entonces grupo Peugeot-Citroen en 2014.
En una declaración conjunta, se comunicó que el Estado mantendrá sus dos asientos en la mesa de votación y su derecho de voto doble, tal como lo indican los estatutos del acuerdo, hasta dos años después del cambio de propiedad.
"A través de Bpifrance, el sector público seguirá siendo un importante accionista", comentaron los involucrados. La transacción definitiva se llevará a cabo después de la reunión de accionistas de PSA, donde también se confirmará la adquisición de la operación europea de GM con Opel a la cabeza.
El valor de la cartera de APE, muy expuestos a la baja de las acciones de energía, se ha reducido en más de la mitad en la última década, desafiando a los nuevos planes de inversión, incluyendo la recapitalización inminente de la eléctrica EDF y la firma nuclear Areva borde de la quiebra.
Las ganancias por la venta de los valores del grupo PSA fortalecerán la "cuenta de propósito especial y por lo tanto la financiación de inversiones de los accionistas del estado", según el comunicado oficial.
El papel del Estado como accionista importante, tanto en PSA como en su competidor Renault, ha sido una fuente de fricción entre el gobierno y el CEO de este último, Carlos Ghosn. ...............................................................................................................................................................