Dominio absoluto de la marca de lujo de GM en la 65ª edición de las clásicas 12 Horas de Sebring, una vez que la principal oposición que tuvieron los prototipos de GM, el Oreca P2 de los autores de la pole –Heidfeld-Buemi-Jani- sumando penalizaciones e inconvenientes, dejó de ser una amenaza real (punteó en las primeras horas).
A partir de esto, todo quedó en manos de los Cadillac que se alternaron en las posiciones de vanguardia hasta que, finalmente, el trío integrado por los hermanos Taylor (Ricky y Jordan) junto a Alex Lynn, estableció un pequeño margen en base a correcta administración de neumáticos y combustible que le permitió llegar a las instancias definitorias con resto para coronarse.
De esta manera, y luego de 348 giros al cabo de las 12 horas de carrera, Taylor-Taylor-Lynn vencieron por 13s614 al Cadillac DPi de Fittipaldi-Albuquerque-Barbosa y por más de dos giros a Conway-Cameron-Curran con otro vehículo similar.
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