La compañía invertirá más de 250 millones de euros (unos u$s 263 millones) en la planta que se establecerá a unos 40 kilómetros al noroeste de Moscú, desde donde se espera, que los primeros vehículos salgan de línea de montaje en 2019.
"Rusia es de importancia estratégica para Mercedes-Benz y un mercado de crecimiento atractivo", comentó Markus Schaefer, jefe de producción de Mercedes. "Mediante el establecimiento de una producción local, no sólo lograremos una mayor proximidad a nuestros clientes rusos, sino también fortaleceremos la competitividad internacional de vehículos Mercedes Benz".
El establecimiento estará conformado como una planta de montaje completa, incluyendo un gabinete de pintura.
Esta radicación creará más de 1.000 puestos de trabajo en el lugar, a los que se sumarán más puestos de generación colateral, con proveedores de autopartes y de servicios locales, informó Daimler.
A pesar de una fuerte recesión económica, Rusia sigue siendo uno de los mercados europeos más fuertes de Mercedes y donde, precisamente, fue la marca Premium más vendida en 2016 por cuarto año consecutivo, con 36.888 unidades, un +11% respecto a 2015.

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