Industria Automotriz
PRESENTACION
ALTAS ASPIRACIONES
03/10/2012. Doble presentación de Peugeot sobre modelos conocidos: el 308 Sport estrena motor turbo importado completando la silueta y el 508 HDi, con dos opciones diesel, revitaliza la alternativa y alcanza su tope de gama.
Año ajetreado para Peugeot en el orden local. La lista fue abultada entre presentaciones de nuevos modelos, acciones de responsabilidad social, espectáculos varios, compromisos con el tenis y equipo de STC2000. Sin embargo, la marca se las ingenió para atar algunos cabos sueltos que le quedaban por ahí de lo que suponía ser la oferta de modelos, lo que actuaba directamente sobre la venta de vehículos, la “diaria” que le dicen. Y vamos con las ataduras…Con el 308 Sport, la compañía cierra la gama con una alternativa que se ubicó entre el tope de las versiones normales y el GTi, modelo importado que había creado una brecha poco menos que infranqueable. Adoptó el motor 1.6 THP de origen BMW, ya usado por varios modelos de la marca -entre ellos, el 408 Sport local-, de 163 CV, caja AS6, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS, llantas de 17 pulgadas, seis airbag, techo Cielo, climatizador bizona, navegador satelital con pantallas de siete pulgadas, sensor de lluvia, etc, etc.
Argumentos de indudable peso que hacen del 308 Sport, un discreto buscapié de casi 220 km/h de máxima –según fábrica- que cuesta unos 33.000 pesos menos que el soberbio GTi (199.400 pesos) y supera al tranquilo pariente Feline 2.0 por unos 22.000 pesos (143.700). Creemos que por 166.000 pesos, con una garantía de tres años ó 100.000 kilómetros y la cuota de deportividad con agregados acorde que les apuntábamos, es una interesante opción para satisfacer una búsqueda diferente y, de paso, anunciar que hay 308 para todos los gustos… Lo del 508 HDi es otra cosa. Tal como se había anticipado cuando la silueta fuera presentada algunos meses atrás (abril), llegaron las versiones diesel. El 2.0 HDi es el mismo que equipa al 3008 HDi lanzado en junio y tiene la misma potencia que el naftero 1.6 que monta el citado 308 Sport, 163 CV, con un par motor de 34,7 kgm. La estrella, sin embargo, es el HDi 2.2 cuatro cilindros doble turbo de geometría variable con inyección directa, que desarrolla 204 CV a 3.500 rpm con un impresionante torque de 45,9 kgm. Unidad que –según fábrica- le permite al sedan mediano de la marca acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de ocho segundos con una máxima de casi 235 km/h. En ambos casos, vienen equipados con filtros de partículas –sistema FAP- que obliga a utilizarlos con diesel Premium (grado 3) y que requiere mantenimiento especial, alertado y realizado por el servicio correspondiente. También es norma la transmisión, en ambos casos mediante cajas A6.
El 508 2.0 HDi en versión Allure trae, seis airbag, ESP (control de estabilidad) y frenos con ABS en materia de seguridad, a lo cual la variante Feline agrega, cuero, navegador satelital, techo Cielo, espejos eléctricos rebatibles, sensor delantero de estacionamiento, butacas eléctricas y calefaccionadas, acceso y arranque sin llave y ambos montan llantas de 17 pulgadas. El 2.2 HDi tope de gama trae, faros bixenón y luces led, butacas con masajeador, climatizador cuatrizona, audio JBL, alerta de presión de inflado de neumáticos y llantas de 18 pulgadas. Esta versión suma, además, suspensiones delanteras con paralelogramos superpuestos y, como el resto, suspensiones traseras multibrazos.
Importado de Francia y como en el caso anterior, con garantía de tres años ó 100.000 kilómetros, el abanico de precios arranca en los 193.600 pesos del 508 2.0 HDi Allure, hasta los 295.130 pesos del 508 2.2 GTi HDi (monto gravado por el impuesto al diesel y al lujo). Con un segmento diesel bastante acotado por obra y gracia de la coyuntura y la escasez de ofertas, este tope de gama en cuanto a lujo, pero por sobre todo deportividad, reconforta desde las posibilidades de acceso a una tecnología de primer nivel mundial con todos los beneficios que ella otorga. En ese aspecto, bien por Peugeot.