La producción del hipercar se incrementará el próximo año, ya que la lista de espera por nuevos pedidos ha superado los tres años.
El reemplazante del Veyron fue presentado en el Salón de Ginebra de 2016 y hasta ahora, se han colocado más de 200 pedidos, que se harán acreedores de un potencial insuperable: 1.480 CV, 0 a 100 en 2s5/10 –a pesar de sus casi dos toneladas-, una máxima de 420 km/h y con un costo de 2,4 millones de euros más impuestos por unidad.
"La demanda ha sido increíble y estos no son el tipo de clientes que les guste esperar demasiado tiempo por un auto nuevo", declaró Wolfgang Dürheimer, CEO de la marca. "Vamos a aumentar la producción el año que viene para reducir la espera, pero no hay mucho que podamos hacer. Tradicionalmente, hemos fabricado un auto por semana y, en 2017, el total para el año será de alrededor de 65 unidades ".
No son pocos los que anticipan que la producción completa de 500 Chiron prevista podría estar en jaque dentro de no mucho tiempo. "Tenemos muchas perspectivas de potenciales clientes que están interesadas en saber más antes de dejar un depósito. Y mi sensación es que después de conducir el auto, la mayoría de ellos va a comprar uno", sentenció un confiado Dürheimer.

Algunos casos, parecieran darle la razón…
La orden más grande de Chiron por parte de un solo individuo fue de seis unidades. Se trató de un cliente que estaba comprando uno para sí mismo y como regalo para otros miembros de su familia, encargó cinco más!!!...
Dürheimer subrayó que, incluso en tales circunstancias, la empresa no puede ofrecer un descuento, razonando que podría vender esos autos ‘a precio completo’ en forma independiente.
El ejecutivo también minimizó la posibilidad de una segunda línea de modelos Bugatti. Algo que la firma ha evaluado a través de varios concept en los últimos años, inclusive mostrando el prototipo del Galibier.
Sin embargo, las consecuencias de la crisis del Emision-gate y el nuevo enfoque de VW, actual propietario de Bugatti, respecto a la inversión en automóviles eléctricos, supuestamente, ha hecho más difícil justificar los productos marginales.

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