El acuerdo debería ayudar a ambas partes a reducir los costos, permitiéndole al negocio de VW Camiones, una base largamente deseada en América del Norte, y proporcionar un abanico de nuevos motores a Navistar, que ha estado buscando un socio desde 2010, cuando no logró la aprobación de las autoridades de EE.UU para su motor diesel de servicio pesado (“A buen puerto vas por leña”, diría mi abuela Petra).
El CEO de VW Camiones, Andreas Renschler, declaró que una fusión completa con Navistar será posible, una vez que se consolide la alianza de tecnología y adquisiciones entre las dos marcas de camiones.
Con algunos socios potenciales para elegir, Navistar apuesta a una sociedad que, a través de su adquisición de MAN y Scania, ha acumulado experiencia global en motores de camiones, pero cuya división Autos, está lidiando con el escándalo por las pruebas de emisiones manipuladas en sus diesel.

La alianza de VW con Navistar creará economías de escala a partir de tres grandes marcas de camiones VW Camiones y Buses, Scania y MAN, a las que se sumarán, además, las marcas propias de la americana, International e IC Bus.
En Navistar no son ajenos a las consecuencias dramáticas de los problemas relacionados con las emisiones. La compañía tuvo que abortar la mayoría de las versiones de sus llamados ‘camiones profesionales de primera calidad’ en el año 2010, debido a que carecían de motores diesel que cumplieran con las normas de contaminación federales de EE.UU y la cuota de mercado de Navistar se derrumbó, llevando a la empresa al borde del colapso.
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