Industria Automotriz
FRAUDE II
MITSUBISHI ACUSÓ PÉRDIDAS POR ENGAÑO CON EL CONSUMO
29/07/2016. La corporación japonesa reportó una caída del 75% en sus ganancias operativas del primer trimestre fiscal, como consecuencia de haber admitido exagerar el consumo de combustible en algunos de sus vehículos…
El sexto productor de vehículos más grande de Japón, registró un beneficio operativo por las ventas de sus productos de 4,6 millones de yens (algo más de u$s 43 millones) entre abril y junio, frente a los 18,6 millones de yens durante el mismo período del año anterior, informó la compañía en un comunicado dado a conocer esta semana.
Respecto al año anterior, el acumulado de los ingresos cayó un 14% (a 428,7 millones de yens).
Mitsubishi pronosticó una pérdida neta anual de 145 millones de yens en el año, hasta marzo, como consecuencia de la secuela del escándalo por la exageración que hizo del consumo de combustible en algunos de sus vehículos, engaño que hizo desplomar el beneficio operativo en un sorprendente 82%.
La compañía declaró que tuvo una extraordinaria pérdida de 125,9 millones de yens en el primer trimestre como resultado de la manipulación.
Este es el segundo gran fraude de la industria automotriz que, si bien no resultó tan grave como en el caso-líder en la materia –el engaño con el software adulterado en motores diesel del grupo VW, para evadir las normas anticontaminantes-, pone en relieve la verdadera intención de algunas automotrices, que no vacilan en mentir, adulterar y engañar al público, con tal de mantener y acrecentar sus beneficios.
Respecto al año anterior, el acumulado de los ingresos cayó un 14% (a 428,7 millones de yens).
Mitsubishi pronosticó una pérdida neta anual de 145 millones de yens en el año, hasta marzo, como consecuencia de la secuela del escándalo por la exageración que hizo del consumo de combustible en algunos de sus vehículos, engaño que hizo desplomar el beneficio operativo en un sorprendente 82%.
La compañía declaró que tuvo una extraordinaria pérdida de 125,9 millones de yens en el primer trimestre como resultado de la manipulación.
Este es el segundo gran fraude de la industria automotriz que, si bien no resultó tan grave como en el caso-líder en la materia –el engaño con el software adulterado en motores diesel del grupo VW, para evadir las normas anticontaminantes-, pone en relieve la verdadera intención de algunas automotrices, que no vacilan en mentir, adulterar y engañar al público, con tal de mantener y acrecentar sus beneficios.