La última prueba de MotoGP, el GP de Italia, celebrado en el circuito de Mugello, proponía –una vez más- transitar por la recta más larga del Campeonato Mundial de Motociclismo, de nada menos que 1.100 metros de extensión.
Allí, el último domingo, la Ducati Desmosedici 16 de Andrea Iannone, rozó los 355 km/h (354,9) logrando la mayor velocidad tope en la historia de la especialidad, sentando un nuevo récord absoluto.
No tan conmocionado por su tercer lugar en la prueba, como por el record en cuestión, Iannone le confesó al prestigioso Gazzetta dello Sport: "Estás en un túnel, sólo miras adelante. También se interrumpe la respiración, pero eso pasa en todas las aceleraciones. No puedes tener miedo. (...) Es como si el cerebro se quedara atrás, como un boxeador cuando recibe un puñetazo".

El piloto Ducati aseguró, además, que “la adrenalina es increíble". "Puedo decir que la adrenalina es increíble. Para mí, que vivo con esto, es como tocar el cielo con un dedo. Es una velocidad altísima. No demasiada, pero no es fácil gestionarla", afirmó.
Iannone destacó, además, que cuando se va tan fuerte no hay que ‘equivocarse’. "A estos niveles, si vas a 300 o 350, no hay que equivocarse. Una persona normal no llega nunca a estas cosas. Para nosotros, es como ir a 100 km/h, es algo a lo que estamos acostumbrados, pero, racionalmente, no puedes entenderlo", explicó.
Iannone destacó también que, en la recta citada de Mugello, hay un momento clave en el que se tiene “un poco de miedo”. "En esa parte, la moto se levanta por un instante, con las dos ruedas en el aire. Te da un poco de miedo pero es como en la montaña rusa: cuando estás ahí te da miedo, pero cuando bajas ya tienes ganas de volver a hacerlo".