El Salón del Automóvil de Pekín fue el escenario del debut del Audi TT RS, que estaba previsto para el motor show de Ginebra, pero la marca lo reservó para que, en la muestra suiza, todo el protagonismo se lo lleve el recién llegado Q2.
RS es la abreviatura de ‘RennSport’ (literalmente, “carrera deportiva”) y es la sigla con la que Audi denomina a las variantes más radicales de sus modelos y en esta versión 2016, las dos siluetas de carrocería presentan ahora dicha alternativa.
Sin embargo, no han sido muchos los modelos así bautizados e intervenidos en consecuencia.
De hecho, habían sido apenas once desde 1994, año en el que nació el primer RS (Audi RS2 Avant), producto de un desarrollo en conjunto con Porsche.
Veintidós años después, Audi sigue alimentando la historia de la sigla...
Esta vez le tocó al TT en ambas versiones, roadster y coupé, que adoptó un diseño más atrevido, nuevas tecnologías y el motor del RS3, el inédito cinco cilindros en línea de 2.5 litros, aunque con más potencia.
Para optimizar el conjunto, este nuevo TT RS es el primer Audi de producción en serie que incorpora faros traseros con tecnología OLED.
Además, se distingue por el paragolpes más abultado, las tomas de aire mas grandes, la parrilla más generosa, los faldones laterales más prominentes, las salidas de escape ovaladas y el alerón de mayores dimensiones.
La estética general, se complementa con nuevas llantas de 19” con opción de incorporar unas de 20”.
El kit aerodinámico de esta versión provoca un pequeño aumento en el largo del vehículo, que pasa de 4m17 en la variante normal a 4m19 en el TT RS.
En este aspecto, es notable la disminución de la altura del RS en relación al TT convencional: casi 80 milímetros!...
El coeficiente aerodinámico, sin embargo, mantiene un Cx de 0,32 para el coupé y de 0,33 para el roadster.

En el interior, cuenta con pantalla de 12,3” que hace las veces de instrumental y que ya fuera vista en otros nuevos modelos de Audi.
Las butacas son deportivas, están tapizadas en alcantara y vienen con la insignia RS grabada. Además, tienen inserciones en aluminio y carbono que le brindan un toque más sofisticado frente al TT convencional.
Más allá de esto, lo más importante es lo que trae bajo su capot.
Se trata del 2.5 TFSI de aluminio y cinco cilindros que posee el RS3 Sportback, como dijimos, pero con una potencia mejorada de 376 a 400 CV y un torque máximo que pasa de 47,4 a casi 49,0 kgm.
En este caso, el impulsor puede combinarse únicamente con la caja automática de doble embrague y siete relaciones S Tronic. La tracción total quattro de Audi se ofrece de serie en ambas versiones.
El TT RS roadster acelera de 0 a 100 en 3s9/10, mientras el coupé lo hace en 3,s7/10.
Para la primera versión, la velocidad máxima es de 250 km/h; mientras que, curiosamente, para la segunda, es de 280 km/h. Aunque ambas están limitadas electrónicamente, por lo que cabe preguntarse ¿se justifica, entonces, tanta parafernalia?...