Las credenciales que exhibirá en Ginebra la nueva Ferrari GTC4 Lusso hablan por si solas: tracción integral con dirección en las ruedas traseras, el V12 aspirado más potente de Maranello que le permite una impresionante relación peso/potencia de apenas 2,6 kg/CV y la terminación más lujosa de la marca para su principal GT.
Ferrari declaró que el nuevo nombre del derivado del FF (lanzado en 2011) proviene de una sigla muy cara a los sentimientos de la marca, GTC (Gran Turismo Competizione), el “4” por el número de asientos y su tracción en las 4 ruedas y “Lusso” (Lujo) para subrayar que sus niveles de terminación son los más altos logrados jamás por un auto de Ferrari.
Trae el mismo motor que el FF –V12/6.3 litros- pero la potencia se incrementó en 30 CV -ahora 680 CV- lo que le permite un 0-100 en apenas 3s4/10 -3/10 menos que el anterior- y una máxima de 335 km/h.
Sin embargo, y aunque parezca mentira, el costado familiar del GTC4 Lusso es muy evidente.

Es una Ferrari lista para ir “a ninguna parte en especial”, por lo cual, puede intentar tanto trayectos cortos como largos, en el último de los casos, con una familia-tipo y su equipaje a bordo, perfectamente ubicado en un baúl que tiene nada menos que 450 litros, que se pueden ampliar hasta 900 litros de capacidad de acuerdo con su configuración.
Estéticamente, el GTC4 Lusso, destaca un nuevo arco de techo con caída más pronunciada que en el FF, acentuando su estilo shooting brake (cupé con terminación de rural) y las luces traseras enfatizan su musculatura al ampliar sensiblemente el sector trasero.

Al igual que el FF, el GTC4 Lusso estará dirigido a una clientela joven que utiliza más sus vehículos y a los cuales acompaña parte de su grupo familiar, luego de su debut en marzo en Ginebra, saldrá a la venta en Italia en la segunda mitad de 2016 con un precio estimado de 270.000 euros y sus ventas en EE.UU –el principal mercado de Ferrari- se iniciarán en el cuarto trimestre del año.
Esta nueva Ferrari forma parte del plan de Sergio Marchionne para llevar las ventas de la marca a los 9.000 ejemplares en 2018 (casi 7.600 en 2015) con lo que se incrementarían sensiblemente las ganancias, sin afectar el carácter de exclusividad con el que cada Ferrari sale de su línea de montaje.