La casa Bonhams de Londres subastó uno de los Land Rover Defender 90 más emblemáticos, la unidad “número dos millones”, poco menos que una despedida del modelo, quien dejará la línea de montaje en pocos días más.
Favorecidas por la gestión, resultaron dos entidades benéficas siempre apoyadas por la marca, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Fundación Born Free.
La puja se inició con una base de solo £20.000, más de 5.000 libras por debajo del precio de cualquier unidad de serie del modelo Defender 90 Station Wagon en cuestión (£25.265), rápidamente, trepó hasta las 200.000 libras, antes de culminar en las £400.000 que ofreció un comprador desconocido del exterior.

Características muy especiales se incorporaron a esta única versión: el mapa de la bahía Red Wharf, donde el diseño original se dibujó en la arena de sus playas, fue bordado en relieve en sus asientos; una insignia con el “nº 2.000.000” fue aplicado en su parte trasera y el número de matrícula, S90 HUE, fue un homenaje a modelo y herencia, el primer Defender 90 de pre-producción lucía la patente HUE 166.
En la emotiva ceremonia que coronó la subasta, el director de de la división de Operaciones Especiales de Vehículos de JLR, John Edwards, hizo alusión a que su misión dentro de la compañía era “preservar y celebrar” el espíritu de Land Rover y que, en sus 67 años de vida, el modelo Defender había consolidado ese legado con, “algunos de los viajes más impresionantes y notables de la historia del auto”.