Cranbrook Partners, representante legal de Porsche AG y otros acusados, presentó documentos donde dice que la muerte del célebre actor, entre otros, de la saga Rápido & Furioso, fue el resultado de su “propia culpa”.
Según cita Automotive News, cabe recordar que en el accidente fatal que sufrió en noviembre de 2013, Walker viajaba como acompañante en un Porsche Carrera GT 2005, conducido por Roger Rodas, cuando el vehículo se salió de la ruta, impactó contra unos árboles y un poste de electricidad en Santa Clarita, cerca de Los Angeles y tomó fuego causándole la muerte a ambos ocupantes.
Luego de una investigación de cuatro meses, las autoridades locales determinaron que el accidente se produjo, “por exceso de velocidad, sin que mediaran desperfectos mecánicos que lo motivaran”.
Meadow Walker, hija del actor y única heredera, presentó una denuncia, con solicitud de juicio con jurado, acusando a Porsche respecto a las condiciones de seguridad del vehículo que, “de haber sido las correctas” –según dice la demanda-, hubieran evitado el accidente o, al menos, mantenido vivo al protagonista.
En respuesta, los abogados de Porsche, dijeron que Walker había “asumido a sabiendas y voluntariamente, todos los riesgos y peligros” del Carrera GT 2005 propiedad de Rodas, que había sido, “maltratado y alterado, siendo mal cuidado y mal usado”. “Estas alteraciones y abusos contribuyeron o causaron el incidente y hasta la muerte del Sr. Walker”, concluyó Cranbrook.
Previo a esto, el abogado de la parte querellante, Jeff Milam, había declarado que Porsche estaba “tratando de desviar su responsabilidad culpando a la víctima. Paul era un pasajero en un auto que no fue diseñado para proteger a sus ocupantes. Y si bien la velocidad del choque puede haber sido ilegal, estaba muy por debajo de las capacidades anunciadas por el mismo fabricante”, especificó en un comunicado.
Milam agregó que Paul Walker sobrevivió al impacto, pero “no a la acción del fuego que se originó a causa de defectos de diseño del Porsche”.
La viuda del conductor -Roger Rodas- también presentó una demanda contra el fabricante alegando, negligencia y homicidio culposo, entre otras reivindicaciones.
Cuando dichas disputas legales se iniciaron a principios de año, los abogados de Porsche, declararon que el conductor del vehículo había sido el culpable del accidente.