En medio de la gran batalla que enfrentaba por aquellos tiempos a Ferrari con sus 512 (V12, 5.0 litros) y Porsche con sus infartantes 917 (12 boxer, 4.9 litros), Le Mans se proponía como el escenario por excelencia para dilucidar quien era “el Rey” en el breve período que hizo de los Sport 5.0 litros, los máximos exponentes de las pruebas de larga duración.
Con performances similares, e inclusive superiores a las de los F1 de los ’70 (por ejemplo, en el “Spa de verdad”, 14,120 km, el promedio del GP belga de F1/1970 fue solo un km/h más veloz que el de los 1.000 Km Sport de ese mismo año, aunque estos corrieron la primera parte de la carrera con lluvia e hicieron dos paradas por combustible!!!...) la pole position para las 24 Horas de Le Mans ’71, la logró Jackie Oliver con Porsche 917K (corriendo en pareja con Pedro Rodríguez) a 250,069 km/h!!!.
La carrera fue, finalmente, para Helmut Marko-Gijs Van Lennep con otro 917, quienes recorrieron 5.335, 313 kilómetros, divididos en 397 vueltas, a 222,304 km/h.
Los vencedores, superaron por dos giros a otro 917K de Atwood-Müller y aventajaron por ¡31 vueltas!, a la primera 512 que se clasificó tercera…
La lluvia de records fue tan contundente que debieron pasar 39 años para que pudiera ser batida, lo que ocurrió en 2010 cuando Rockenfeller-Bernhard-Dumas con un Audi R15, recorrieron 5.410, 713 kilómetros a 225,228 km/h de promedio.
Irónicamente, como el circuito se alargó unos cientos de metros entre los ‘70 y luego del 2000, el record de vueltas recorridas en Le Mans quedó empatado entre el Audi vencedor en 2010 y nuestros protagonistas de hoy…