El Instituto Brasilero del Medio Ambiente (IBAMA) aplicó la máxima multa prevista por la legislación a la filial local de VW, comprometida a través de la venta de 17.057 pick up Amarok de procedencia argentina (aunque con motores fabricados en Alemania) únicos vehículos de ese mercado que, equipados con motores 2.0 tdi tipo EA 189, incorporan un software destinado a adulterar los resultados de los controles de emisiones en varios países, transgrediendo en este caso las regulaciones brasileras al respecto.
Previo a esta sanción, VW Brasil, ya había identificado las pick up involucradas, anunciando que, “una actualización del software se encuentra en desarrollo en la casa matriz, en Alemania, para ser aplicada en los países afectados a partir del primer trimestre de 2016”.

En Argentina, si bien la filial local informó sobre los vehículos de VW que incorporan el engañoso dispositivo (Amarok, Tiguan, Passat y Vento), todavía no comunicó oficialmente si había tomado contacto con los clientes de los vehículos afectados y tampoco sobre una eventual solución, ni cuando podría implementarla.
Partiendo de la base de que las normas locales en materia de emisiones son bastante más laxas que en EE.UU (país donde se originó el escándalo) e inclusive Brasil, es poco probable que VW Argentina pueda ser multada como en otros escenarios.
A partir de esto y de una moral empresaria no siempre sensible y dispuesta por parte de la filial, hasta la posibilidad de un recall o alguna modificación para superar el inconveniente, suena cada vez más como una utopía.