Según Niels Möller, director de operaciones de Polestar, la división de alto rendimiento de Volvo, el nuevo motor sustituirá a los seis cilindros en línea con turbo que actualmente equipan a los S60 y V60 de Polestar y hay posibilidades que impulse a una versión deportiva del SUV de siete plazas XC90.
Según el ejecutivo, la unidad “será tan o más poderosa que el actual seis cilindros” y adelantó que irá acoplada a una caja A8.
Otras ventajas respecto al motor actual serán, “un menor peso, se incrementará la potencia y tendrá casi la mitad de las emisiones de CO2”.
Si bien no hay nada confirmado, Möller manifestó que el XC90 es uno de los modelos considerados para recibir el nuevo motor, avalándolo con una sugestiva cuestión, “¿por qué no tener un XC que se pueda llevar a una pista?”.
Un SUV deportivo de gran porte, si bien no será determinante en cuanto a un gran volumen de ventas, podría consolidar su imagen en un segmento que desde 2009 hasta la fecha ha crecido un 41%, permitiéndole a la silueta XC90 casi duplicar las 1.500 unidades previstas para 2016.