En lo que es su primer déficit trimestral en más de 15 años, el grupo VW registró €3.480 millones de pérdidas de la explotación en el tercer trimestre de 2015, gestión casi doblemente perdidosa a partir de que el año pasado había registrado una ganancia de €3.230 millones en el mismo período.
El vergonzoso fraude de las emisiones representó €6.700 millones en gastos especiales en el tercer trimestre, €200 millones más de lo inicialmente previsto, cosa que, según algunos analistas, “es una señal positiva que VW haya logrado, en medio del escándalo, mantener cierto equilibrio y sin grandes cambios”.
El grupo VW se está preparando para gastos que, algunas palabras autorizadas, estimaron podrían ascender entre €20.000 y hasta €78.000 millones, cifra que, según el CEO Müller, “sería enorme, pero manejable”.
El grupo VW planea recortar en €1.000 millones las inversiones de su división principal (la marca VW) y a pesar que su marca Audi es la fuente de alrededor del 40% de las ganancias del grupo, también reducirá sensiblemente sus inversiones.