Industria Automotriz
LANZAMIENTO INTERNACIONAL
M2, BMW LE PUSO 370 CV A SU SILUETA MÁS LINDA
14/10/2015. La marca bávara recupera el concepto de cupé deportiva compacta sobrealimentada que tuviera su inspiración en el legendario 2002 turbo y continuara con el Serie 1M…
BMW adelantó el más pequeño de la familia M que es, según nuestro leal saber y entender, el mejor ejemplo de equilibrio entre la deportividad y la estética tradicional de la silueta cupé de la marca.
El auto que debutará en Detroit y luego se presentará en Europa en el Salón de Ginebra, propone un destacado frontal que no recae simplemente en una impronta agresiva porque si, sino que responde a un profundo estudio aerodinámico que, como sucede generalmente, equilibra estética con función.
Con grandes tomas dinámicas inferiores que, en el caso de las laterales, están divididas con intención de sumar refrigeración a frenos y radiadores.
La profusión de espacios abiertos adelante, sugiere lo que luego la ficha técnica confirma.
Pero no perdamos la línea.
Precisamente, el perfil del M2 es, además de uno de los sellos indiscutidos de la marca, el mejor exponente de lo que debe transmitir la silueta cupé moderna (con antecedentes de excepción en los casos de, la cupé Peugeot 406, el Alfa 156 –pese a tratarse de un cuatro puertas- y el Audi A5).
Un equilibrio que define por si solo el concepto y lo hace en forma grácil y atractiva, aunque sin perder deportividad con marcados rasgos longitudinales.
El remate es consecuente con el frontal.
No le queda más remedio que ser agresivo a partir de las cuatro salidas de escape, aunque lo rescata el tratamiento que se le dio a las ópticas principales, muy protagónicas, y el hermoso ensamble de los catadióptricos verticales con la carrocería.
Todo lo que sugieren tomas dinámicas grandes, salidas de escape múltiples, etc se corresponde con el propulsor.
BMW apeló a su clásico six-in-line 3.0 litros con la parafernalia propia para llevarlo a 370 CV sin problemas.
Block de aluminio, sistema Vanos de control de apertura y alzada de válvulas, un único turbo de doble entrada y geometría variable que, además, le permiten un torque de 47,4 kgm (51 kgm en función overboost) en el amplio rango que va, desde las 1.400, hasta las 5.565 rpm.
Acoplada al motor, de serie, trae una caja M6, aunque en opción, se podrá pedir la A7 M DKG, con la cual, la marca anunció un 0 a 100 km/h de 4s3/10.
La máxima es de 250 km/h limitada electrónicamente, aunque si se opta por el M Driver’s Package, se podrá acceder a 270 km/h.
Y aunque parezca mentira, en nuestro caso, todo este paquete tecnológico que se complementa con, frenos con discos delanteros de 380 mm y traseros de 370 mm, las casi obligadas Michelin Pilot Super Sport sobre llantas de 19”, brazos de suspensión trasera en aluminio forjado, etc, etc, no nos conmueve tanto como el haber descubierto, gratamente, que algunas marcas todavía pueden hacer autos diferentes y, por sobretodo, hermosos…
El auto que debutará en Detroit y luego se presentará en Europa en el Salón de Ginebra, propone un destacado frontal que no recae simplemente en una impronta agresiva porque si, sino que responde a un profundo estudio aerodinámico que, como sucede generalmente, equilibra estética con función.
Con grandes tomas dinámicas inferiores que, en el caso de las laterales, están divididas con intención de sumar refrigeración a frenos y radiadores.
La profusión de espacios abiertos adelante, sugiere lo que luego la ficha técnica confirma.
Pero no perdamos la línea.
Precisamente, el perfil del M2 es, además de uno de los sellos indiscutidos de la marca, el mejor exponente de lo que debe transmitir la silueta cupé moderna (con antecedentes de excepción en los casos de, la cupé Peugeot 406, el Alfa 156 –pese a tratarse de un cuatro puertas- y el Audi A5).
Un equilibrio que define por si solo el concepto y lo hace en forma grácil y atractiva, aunque sin perder deportividad con marcados rasgos longitudinales.
El remate es consecuente con el frontal.
No le queda más remedio que ser agresivo a partir de las cuatro salidas de escape, aunque lo rescata el tratamiento que se le dio a las ópticas principales, muy protagónicas, y el hermoso ensamble de los catadióptricos verticales con la carrocería.
Todo lo que sugieren tomas dinámicas grandes, salidas de escape múltiples, etc se corresponde con el propulsor.
BMW apeló a su clásico six-in-line 3.0 litros con la parafernalia propia para llevarlo a 370 CV sin problemas.
Block de aluminio, sistema Vanos de control de apertura y alzada de válvulas, un único turbo de doble entrada y geometría variable que, además, le permiten un torque de 47,4 kgm (51 kgm en función overboost) en el amplio rango que va, desde las 1.400, hasta las 5.565 rpm.
Acoplada al motor, de serie, trae una caja M6, aunque en opción, se podrá pedir la A7 M DKG, con la cual, la marca anunció un 0 a 100 km/h de 4s3/10.
La máxima es de 250 km/h limitada electrónicamente, aunque si se opta por el M Driver’s Package, se podrá acceder a 270 km/h.
Y aunque parezca mentira, en nuestro caso, todo este paquete tecnológico que se complementa con, frenos con discos delanteros de 380 mm y traseros de 370 mm, las casi obligadas Michelin Pilot Super Sport sobre llantas de 19”, brazos de suspensión trasera en aluminio forjado, etc, etc, no nos conmueve tanto como el haber descubierto, gratamente, que algunas marcas todavía pueden hacer autos diferentes y, por sobretodo, hermosos…