La marca de origen inglés lo definió como el máximo exponente mundial en materia de SUV y, además, con un interior que ofrece, “un lujo sin precedentes”. Impresionante carta de presentación, especialmente, como para darle la bienvenida a sus futuros rivales de Rolls Royce y Lamborghini. No obstante, el Bentayga no se posicionará como el máximo exponente de Bentley, lugar que seguirá reservado para el Mulsanne y, para la marca, debe ser reconocido, dentro de su contexto exquisito, como, “práctico, fuerte, durable y lujoso”.

La silueta original era más o menos previsible, considerando la tradición de ese tipo de marcas y las mulas que lo fueron anticipando, sin embargo, lo más llamativo previo a este lanzamiento, fueron los más de un millón y medio de kilómetros recorridos con prototipos circulando por cinco continentes, bajo las condiciones más severas, “para asegurar un rendimiento constante”, algo de lo que no muchos se pueden jactar. El Bentayga comparte la plataforma MLB Evo con el nuevo Audi Q7 (también estará disponible para el nuevo Porsche Cayenne) y en su construcción se usó aluminio, acero y materiales compuestos.

La única oferta en motores estará a cargo del W12 biturbo, completamente renovado y con desactivación de cilindros (pesa 30 kilos menos y se mejoró su eficiencia casi en un 12%) que desarrolla más de 600 CV a 6.000 rpm, con un torque de 91,7 kgm entre 1.250 y 4.500 rpm, al cual se acopla una caja A8 ZF y cuenta con tracción integral que utiliza un diferencial central Torsen. No obstante, según la marca, cuando comience a venderse en 2016, ofrecerá posibilidades diesel e híbrido plug-in.

Las suspensiones del Bentayga proponen cuatro modos diferentes para circular sobre asfalto y cuatro para off road, trae controles de tracción, estabilidad, balanceo y de descenso en pendiente y suma asistencia eléctrica de la dirección. Está montado sobre llantas de 20”, aunque ofrece opciones de 21” y 22”.

A pesar del promocionado aspiracional de, “una máxima de 200 millas por hora” (320 km/h), el nuevo Bentley, afirma apenas, “una velocidad tope de poco más de 300 km/h”, lo que, de todas formas, lo convierte en el SUV más veloz del mundo. Valor notable si pensamos en su generosa área frontal y, las 2,4 toneladas plus, que no le impiden un 0 a 100 km/h de solo 4.0 segundos, según Bentley.

“Si se ve como metal, es metal”, sintetiza una declaración de calidad noble de la marca, especialmente, en un interior donde queda establecido que sus normas al respecto superan lo conocido y donde se destacan, asientos con hasta 22 posiciones de ajuste y varias pantallas táctiles de infoentretenimiento, tanto para conductor como para ocupantes.