En este caso, la pick up citada se encuentra en una instancia clave que la pone en la antesala de una nueva reedición.
Profundización que, tomando parte de una inversión de “más de u$s 200 millones”, deriva en poco menos que una nueva generación.
Esta ya fue mostrada en Tailandia y, con grandes cambios estéticos (sobre todo en el sector frontal, con nueva parrilla “hexagon”, nuevas luces principales, paragolpes, capot y antinieblas y leves retoques atrás en el reordenamiento de las luces), propone mejoras en el equipamiento general e incorporaciones determinantes en la planta motriz tope (cinco cilindros, TDI, 3.2 litros/ 200 CV) con la presencia confirmada de un sistema Stop&Start que, según la marca, mejora en más de un 18% el consumo de combustible en ciudad.

También será profundamente revisado el interior, con un nuevo climatizador y una pantalla táctil Sync2 que incorpora el sistema MyFord Touch.
Considerando la avalancha de productos tradicionales renovados (nueva Hilux, Amarok revisada, Nissan Frontier, etc) y estrenos (Renault Oroch), en Ford no dejan de prestarle atención a las personalizaciones y a los accesorios de diverso tipo que proponen un tipo de gestión más apuntada hacia lo recreacional, lo que podría manifestarse, en el caso de la nueva Ranger, en una versión similar a la Wildtrack, de neto corte deportivo.
La nueva versión de la Ranger, entre otras factorías, también se fabricará en la planta local de General Pacheco desde fines de este año y, muy probablemente, se aproveche el período vacacional, para presentarla en la Costa Atlántica a principios de 2016.