Cincuenta y cinco puntos de ventaja sobre 220 en disputa, lo ubican en una posición envidiable a la hora del receso de media temporada del WTCC 2015, lo que hace delirar a algunos e ilusionar a otros, pero Pechito tiene los pies sobre la tierra…
“Es una buena ventaja, me pone a cubierto hasta de perder algunos puntos por carrera antes de fin de año e igual mantener mis aspiraciones. Pero no es el hecho, creo que debo mantener mi ritmo y cuidarme. Trataré de aprovechar que de los cuatro circuitos que faltan, hay tres que son nuevos para todos, lo cual equipara las posibilidades, pero igual debo ser cuidadoso…”, desliza sin sonrojarse y consciente de que solo esta actitud le podrá garantizar un segundo título mundial al cual parece predestinado.
La cercanía de esta posibilidad desata las más atrevidas inquietudes, pero el cordobés, no se desmantela…
“Estoy muy cómodo en Citroen, es cierto que a fines de 2016, la marca elegirá entre el WTCC y el WRC en que categoría continuará en el futuro, pero eso no me debe hacer perder el equilibrio, todavía falta un año y medio”.

Ultima frase a partir de lo cual las especulaciones arreciaron…
“Este año fui a Le Mans y visité varios equipos, me sorprendió que todos sabían quien era, donde corría y a quien le había ganado, lo que fue indicativo de la importancia que tiene el WTCC como proyección, no hay muchas categorías que hagan posible esto en el mundo. Me gustaría correr las 24 Horas, es cierto, lo vengo diciendo desde hace tiempo, pero como algo puntual y alternando con lo que estuviera haciendo en Citroen”.
La F1 no podía faltar a la cita…
“Es algo lejano por mi edad, no porque me sienta viejo, sino porque necesitaría más tiempo de adaptación en una categoría donde la mayoría de los pilotos son más jóvenes que yo. Además, estoy muy cómodo donde estoy…”.
Un hito de la temporada 2015 fue la presencia de la categoría en el mítico Nordschleiffe de Nürburgring, lo que no pasó desapercibido para memoriosos e insistentes y tampoco para el propio López…

“Es un circuito muy especial, por todo lo que significa para los argentinos por Fangio y Reutemann, pero también por lo demandante que es como escenario. Fue una victoria que atesoré de una forma distinta, la tengo muy guardadita en el lugar de mis recuerdos más valiosos”.
A mitad de camino del enroque entre la butaca de su C-Elysée y su casa en Río Tercero, López, ya palpita los asados en familia, las charlas trasnochadas con amigos y el ocio adormecedor del dolce far niente.
Probablemente, los mejores argumentos para que todas sus expectativas –y las de la mayoría de los que lo acompañamos en este Día del Amigo- se hagan realidad.
Aunque ese será el momento para un nuevo encuentro, con más novedades y nuevas perspectivas, aunque probablemente, también con otra corona…