Mientras que en Argentina el sector vive un momento expectante, donde se combinan las dificultades generadas por los impuestos y sus derivados y la euforia por la inminencia del Salón del Auto, Brasil ha entrado en un cono de depresión motivado por una probable caída en la producción local que llegaría hasta un 18%, descenso acentuado en relación al primer pronóstico del año del 10% estimado en abril.
En este marco, Anfavea prevé que las ventas locales podrían caer hasta un 21%, una baja mucho más aguda que la previsión anterior de un 13%.
Esta crisis del cuarto mercado más importante del mundo, según el informe del medio especializado de EE.UU, está afectando la rentabilidad de los principales fabricantes de vehículos a nivel mundial de Brasil, incluyendo a los grupos FCA, VW, GM y Ford.
Según datos de Anfavea, los números de mayo indicaron que Fiat es la marca más vendida en Brasil con cerca de 36.100 unidades (autos y comerciales livianos); GM se ubicó segunda con 30.600; poco más que la tercera, VW con 30.300; mientras que Ford, vendió aproximadamente 23.300 vehículos.

Poca confianza de los usuarios y aumentos en las tasas de interés, condicionaron un mercado que también fue afectado por el retiro de subvenciones decretado por la presidente Rousseff, en un claro intento de austeridad que, en principio, llevó a la profundización de la crisis y el aumento de despidos de personas vinculadas al sector.
Las terminales automotrices de Brasil, se estima que han achicado sus nóminas en un 9% en los últimos 12 meses “…y todavía tienen mucho para recortar”, declaró el presidente de Anfavea, Luiz Moan, a Automotive News, “los fabricantes tienen un exceso de mano de obra”, continuó, agregando que hay unos 25.000 operarios que están con algún tipo de licencia.
La última crisis de esta magnitud fue en 1998, cuando los fabricantes de vehículos en Brasil redujeron aproximadamente en un 19% su capacidad laboral en medio de una fuerte recesión. Ese año, la producción bajó un 23% y las ventas cayeron un 21%.