Nuestro anticipo de hace dos días se confirmó ayer: Lamborghini, mediante un acuerdo y con la asistencia de la Secretaría de Desarrollo Económico e Invitalia, agencia italiana para las inversiones internas, confirmó que construirá el SUV Urus en su legendaria planta de Sant’Agata Bolognese.
Como adelantamos, los informes sugieren que para que esto ocurriera, el gobierno peninsular le concedió a la marca del grupo VW “una serie de exenciones de impuesto y otros beneficios” para asegurarse un nuevo desarrollo con sello italiano.
Se confirma de esta forma un vehículo que, más allá de que fuera largamente esperado, le permite a Lamborghini volver a un segmento que parecía marginado después de su experiencia con el todoterreno LM002, bautizado como “el jeep de los jeques” ó también “Rambo-Lambo”, cuando una de las unidades fue adquirida por el popular Stallone.

Sin embargo, vale acotar que este nuevo Urus no será ni remotamente lo que aquel LM002.
En parte, porque pasaron 30 años entre uno y otro, hay diferentes necesidades, evolucionó dramáticamente la tecnología y hasta cambiaron las modas…
Por otra parte, el Urus nace en otro contexto interno.
Con el LM002, Lamborghini se jugaba una de sus cartas extremas para equilibrar finanzas irregulares, apelando a uno de sus últimos recursos: fabricar un vehículo militar para países de Medio Oriente (Arabia Saudita terminó comprando 40 unidades y el líder libio Kadafi encargó 100).
Pero el negocio se agotó rápidamente ante otras opciones que se revelaron más aptas (Hummer) y el monstruoso LM002 pasó a engrosar las flotas de jeques y estrellas de Hollywood, tan distintivo y ostentoso como ellos (hasta Uday, uno de los hijos de Saddam Hussein, tenía uno).

El Urus aparece cuando el segmento al cual apunta está en un momento de euforia, más específicamente, cuando el nicho de los SUV Premium muestra notables niveles de crecimiento.
Si bien por el momento se conoce muy poco de su mecánica, se anticipa un motor V10 “de más de 600 CV”, tracción integral, caja A7 con sistema DSG, será cómodo, lujoso, acogedor, sofisticado y relativamente sencillo de conducir, todo lo que no era el LM002…
Que traía un brutal V12 naftero de 5.2 litros, que originalmente equipaba al Countach, de 450 CV y que necesitaba ser abastecido por un tanque de combustible de 290 litros para saciar las necesidades del hambriento propulsor.

Medía 4m86 de largo, pesaba 2,7 toneladas, aceleraba de 0 a 100 en 8s5/10 y, gracias a su tracción 4x4 y sus anchas Pirelli Scorpion con flancos de kevlar, circulaba por las dunas con absoluta solvencia.
Del LM002 se vendieron apenas 328 unidades, sin embargo, fue un ícono de Lamborghini que contribuyó a expandir un prestigioso legado, más allá de que lo haya hecho apartándose de la idea original de competir contra Ferrari en el terreno de los superdeportivos.
Ahora, el turno del Urus lo llevará por un camino similar y aunque no será tan grandilocuente y hasta grotesco como el brutal LM002, sin duda aspirará a que dentro de 25 o 30 años sea tan reconocido y recordado como quien fuera, de alguna forma, su antecesor.