La frágil economía rusa, golpeada por las sanciones de Occidente a raíz del conflicto en Ucrania y como consecuencia de esto, la caída en la cotización del rublo, son los factores principales de la deblacle de uno de los mercados más prometedores de los últimos años.
En febrero pasado se vendieron 128.300 vehículos, cuando en el mismo mes de 2014 se habían comercializado 206.500, lo que habla a las claras de la situación actual que, según los entendidos, tuvo en febrero solo el comienzo de una fase que se presume muy crítica y cuyo piso aún no se vislumbra.
El Comité de Fabricantes de Automóviles (AEB) pronosticó una caída del 24% para 2015, mientras que algunas firmas independientes, hablan de entre un 25 y un 35%.
En este contexto, la mayoría de los fabricantes se ven fuertemente afectados, AvtoVAZ-Renault-Nissan, el grupo líder más grande de autos en Rusia, tuvo una caída del 31% en febrero, mientras que las ventas del segundo, el grupo VW, se redujeron en un 35%.
El tercero en ventas, Hyundai, perdió un 4,8% y el cuarto, Kia un 5,6%. Toyota, por su parte, cayó un 37%, en tanto, GM, Ford y PSA Peugeot-Citroen, perdieron 78, 77 y 83%, respectivamente.
Como contrapartida, Mercedes-Benz rompió la tendencia, con un aumento en su comercialización del orden del 16%.