Ciertamente, en la temporada pasada, la tendencia se acentuó con varios lanzamientos de buen nivel que le dieron un gran empuje a la corriente de los SUV compactos Premium.
Sin embargo, creemos que en esencia, el fenómeno responde al compromiso asumido por las marcas de involucrarse en el segmento con sus mejores argumentos, generalmente reservados para los vehículos más convencionales, las estrellas indiscutidas del ámbito automotriz mundial.
Algunos claroscuros de la tendencia, sirven para entender como la misma, si bien no escapa a las consideraciones generales aplicables a cualquier segmento, tiene características particulares.
El líder mundial del segmento en 2014 fue el Audi Q3, con un crecimiento del 3% respecto a 2013 (76.078 unidades), lo que no llamaría la atención considerando la modernidad del modelo, sin embargo, su pariente mayor, el Q5, se colocó en el cuarto lugar (60.522) con una mejora interanual del 9% y luego de haberse presentado en 2008.

La razón para explicar estos llamativos casos, según los analistas de IHS Automotive, sugiere la dedicación de la marca, “brindándole a los clientes mejores interiores, tecnología, presencia de marca y estilo”.
El crecimiento más importante del segmento estuvo a cargo del XC60 de Volvo que pasó de sexto en 2013 a segundo en 2014, con una mejoría del 35% (62.650) que, según la propia marca, se debió en gran parte a la incorporación de su nuevo motor 2.0 litros Drive-E diesel, con emisiones de solo 117 gr/km de CO2, lo que le sirvió en varios países europeos para pagar menos impuestos.
A pesar de no haber cumplido un año completo de comercialización, el Mercedes-Benz GLA se ubicó en el séptimo lugar entre los 10 más vendidos (44.930) con un estilo espléndido que resume deportividad, clase y modernidad, sus mejores argumentos para destacarse todavía más en un segmento que parece haber sido creado a su medida.


El reemplazo del Freelander por el Discovery Sport de Land Rover, avalaría un crecimiento marcado en 2015 de este último, que no registró grandes números, pero acompaña la tendencia con el respaldo de una marca tradicional para este tipo de siluetas.
Lo más importante en este caso, y que avala la perspectiva, es que su lanzamiento no canibalice las ventas de su pariente Range Rover Evoque, que utiliza la misma plataforma y tiene algunos rasgos similares, algo que parece haber sido corroborado con satisfacción por parte del fabricante.
BMW no logró levantar las ventas de su X3, que sufrió una caída del 18% cayendo al sexto lugar (48.144). Ni siquiera la presentación de una versión 4x2 pudo mejorar su performance 2014.

Los analistas indicaron que, probablemente, el lanzamiento del crossover cupé X4 influyó más de los esperado, pero que la marca tendría en el pequeño X1 un verdadero as en la manga para protagonizar en las próximas temporadas.
En un futuro cercano, Mercedes reemplazará el GLK con la nueva denominación GLC, que llegará muy mejorado; se lanzará el Jaguar F-Pace, el Infiniti QX30, habrá nuevos Audi, los reemplazos cumplirán su ciclo, habrá que ver que dice el Porsche Macan, el futuro SUV de Alfa Romeo…
Un panorama bastante dinámico que, por lo menos, garantiza que el segmento gozará de buena salud durante los próximos dos o tres años, previsibilidad que, por estos tiempos que corren, es casi un bálsamo en el ajetreado escenario automotriz mundial.