Con el inicio de la construcción de su nueva planta en Brasil, Mercedes-Benz, intentará aprovechar un esperado crecimiento del segmento de vehículos Premium en el mercado local, evitando pagar altos aranceles por importación.
De acuerdo a como avancen los trabajos, todo indica que a principios de 2016 podría comenzar a producirse el Clase C y unos meses más tarde arrancaría la producción del crossover compacto GLA.
Según un comunicado oficial, “en una primera etapa, pretendemos una capacidad anual de 20.000 unidades, aunque la fábrica tendrá potencial para expandirse si el mercado se desarrolla como se espera”.
La planta estará ubicada en Iracemápolis, a unos 170 kilómetros de San Pablo, tendrá un nivel de automatización bastante menor que en las factorías tradicionales de la marca y se crearán 600 nuevos puestos de trabajo directos y otros 3.000 generados por diversos proveedores.
Con más de tres millones de vehículos livianos vendidos en 2014, Brasil es el cuarto mercado del mundo después de China, EE.UU y Japón y si bien el segmento Premium es pequeño en comparación con este volumen, ello se debió principalmente a los altos aranceles que gravan a los vehículos importados, factor que se eliminaría a través de la producción local.
La fabricación de Mercedes en Brasil, además, podría facilitar la llegada de sus vehículos a otros mercados de la Región bajo las mismas condiciones, lo que propiciaría el crecimiento de la marca en el área.