Se sabía que esta novena etapa iba a ser muy exigente.
Quizás no tanto por topografía (un escenario con caminos tipo WRC), aunque si por su extenso recorrido.
Con un especial larguísimo para Motos, Cuatri y Autos (493 km) y no tanto para los Camiones (293 km) por caminos de Tucumán y Córdoba.
Caminos duros, con piedra suelta y al costado del camino y mucho polvo flotando durante muchos kilómetros, eran la propuesta del especial más largo que tuvo el Dakar 2013.

Y como tal, fue un escenario tan desgastante como selectivo, en la concentración, navegación, ritmo y estado físico.
Además, con más de 4.000 kilómetros recorridos desde la largada en Lima, los vehículos ya no estaban como era entonces.
Para los damnificados la semana pasada por tanta arena y duna, llegaba la hora de su revancha sobre pisos más firmes, aunque muy demandantes para neumáticos y suspensiones.

Así, los 4x4 podrían destacarse frente a los ligeros buggies 4x2, los motores diesel harían prevalecer su torque y freno-motor sobre los nafteros y los pilotos con estilo rally podrían sobresalir frente a los cultores de los desiertos arenosos.
Y fue tal cual, con los Autos dominados por los 4x4 de turno, esto es los Mini, la solitaria BMW de Terranova, la Toyota de De Villiers y hasta el Great Wall de Sousa (derivado de un BMW X3).

Y en medio de este panorama en el cual solo interrumpían la tendencia, el Hummer de Gordon y el buggy V8 de Al Attiyah, prevalecieron los primeros, con Roma buscando revancha en cada tramo, Peterhansel afirmado en el escenario más propicio y Terranova con ganas de seguir subiendo en la clasificación.
Pero no bien superada la mitad del parcial, desaparecieron del protagonismo el Hummer y los buggy en ese escenario poco favorable (Chicherit y Chabot incluídos).

El panorama quedó claro y libre para los Mini con Peterhansel imponiendo su ley casi 50 minutos adelante del siempre peligroso De Villiers (5º en la etapa de hoy) y después, un “séquito” que seguramente defenderá la posición de Míster Dakar, Novitskiy (3º), Roma (4º) y Terranova (5º) le sirven de marco al líder del X-Raid, demasiada oposición para la solitaria Hilux de De Villiers…Casi como para decir que, de no mediar sobresaltos, el Dakar 2013 ya tiene dueño.
Otra batalla se libró entre las Motos, con Després que cambió motor dispuesto a dar lo mejor para intentar lo máximo.

Y lo logró de una manera contundente, punteando de principio a fin y saltando de un oscuro 5º lugar a más de 24 minutos del líder en la atapa anterior, al segundo a solo 5m23s de Faría quien, para colmo, es su mochilero y dijo estar “dispuesto a ayuda a Després a lograr su quinto Dakar”.
Claro que varias cosas mediaron, se retrasó Pain (25º en la etapa), otro tanto sucedió con el puntero Casteu que hasta atropelló una vaca y corrió bastante dolorido, López terminó 10º a más de 16 minutos y quienes llegaron más cerca de Després no podían inquietarlo en su ascenso en la general.

Barreda muy retrasado en la sumatoria llegó segundo, lo propio Botturi (3º en el parcial), cuarto su propio mochilero y poco más. Ahora, lidera Faría, pero quedaron claras sus intenciones, Després lo sigue y luego viene Chaleco, que podría encontrar mucha motivación cuando la carrera entre a Chile y está a nueve minutos de Faría, otra KTM (Jakes) es cuarta, y recién después aparece Pain a casi media hora.

Nada está definido, pero a juzgar por lo visto, habrá que aguantar la embestida de Després, que siempre va de menor a mayor y que no tiene límites…
Entre los Cuatri, ganó Laskawiec, algo que habíamos anticipado en jornadas anteriores.
Surgen nuevos ganadores, con Patronelli controlando todo desde su confortable liderazgo y nunca más allá del tercer lugar.
Con esto, no solo maneja la situación, sino que saca más ventaja sin proponérselo, amasando mayor diferencia sin exigirse ni exigir a su Raptor.

En esta etapa terminó a poco más de un minuto del ganador, sin embargo, estiró la diferencia respecto al segundo en nueve minutos y ya lleva 1h32m a favor sobre el chileno Casale (hoy 4º). Poco para agregar ante tanta contundencia.
Los Camiones volvieron a traer sorpresas.
Con la primera victoria en un especial del Tatra de Ales Loprais, por apenas siete segundos sobre el MAN de Versluis.
Pero la sorpresa mayúscula vino del lado del líder hasta antes de largarse, Gerard De Rooy.

Primero le explotó el turbo del motor de su Iveco, luego comenzaron los problemas de dirección y, por último, un neumático roto, jalonaron una jornada realmente aciaga para el holandés.
Esto le dejó el camino libre a la jauría que lo seguía.
Con los citados encaramados en la etapa, pero con los Kamaz creciendo en la general junto con otro Tatra, el de Martin Kolomy.

Así, el ganador del Dakar 2007, Eduard Nikolaev, tomó contacto por primera vez con la punta de la carrera, con el nombrado Kolomy segundo a 18 minutos, a 33 y pico está el compañero de Nikolaev, Ayrat Mardeev y luego el infortunado De Rooy a una hora, con otro Kamaz (Karginov) a sus talones y el ganador de hoy a poco más de 1h30m.
Diferencias amplias, pero no indescontables a juzgar por los tiempos de reparación que llevan estos monstruos ante cualquier inconveniente mecánico.

Creemos que todavía no está nada dicho, aunque no parezca…
El Dakar sigue mostrando alternativas y, más allá de situaciones “cantadas” (Peterhansel “protegido” por diferencia y por casi todos los integrantes del X-Raid, Patronelli poco menos que abonado al triunfo por lo que lleva y Després que cuenta con su propia capacidad de super atleta y su mochilero) creemos que la carrera todavía no agotó su entrega de sorpresas.