Cambiante, intenso, sin definiciones.
Así podríamos decir que está resultando este Dakar. Y si bien horas atrás hablábamos de algunas tendencias, precisamente, la tendencia indica eso, incertidumbre en cada etapa.
Más allá que la experiencia comienza a marcar diferencias, todavía no es determinante como para que una goma pinchada o un error de navegación no lo puedan alterar.

Cuando el único rival usa casco y acelera, la experiencia es fundamental, pero con el escenario y las estrategias a la orden del día, a veces las cosas no salen igual…
Al menos eso le pasó a Joan Barreda que, abriendo el camino entre las Motos, trató de tomarse las cosas con calma prolijando su navegación, pero no contó con que sobre su estela, un batallón de rivales venía pisándole los talones. Y ante este escenario “para todos igual”, comenzó a contar la experiencia.
El mejor pescador fue quien sacó el mayor rédito.

El experimentado Chaleco López tuvo un ritmo demoledor, Paulo Goncalves y su Husqvarna, que se debían una, salieron a presentar armas, surgieron el italiano Botturi, el demorado Przygonski, volvió Verhoeven, soprendió Gouet, reapareció Farrés y hasta Pizzolito (gran recuperación, de 39º a 21º) y Pain, aprovecharon la “huella” de Barreda.
Sin embargo, el que mayor provecho sacó fue Cyril Després, tercero en el parcial, pero ya encaramado en el primer lugar en el Dakar.
Por poco, es cierto, pero es bien sabido como las gasta el francés cuando maneja la carrera desde la punta.

También desde lo estratégico y desde lo psicológico.
A pesar de liderar, mañana no larga primero en el camino y sin Coma, es el piloto más emblemático y reconocido…
Otro que apeló a su experiencia en un entorno más favorable al que encontró Barreda, fue Marcos Patronelli.
Para el piloto oficial Yamaha el tema se centró en el ritmo.
La especialidad todavía no tiene rivales de su peso y él pone a prueba al resto a base de ritmo de carrera. Es así como los contrincantes van cediendo en una disputa que parece una carrera de postas.

Al principio, fue Flores, en su tierra, el que le quiso ponerle el cascabel al campeón del Dakar, ahora apareció Husseini, nacido y criado es escenarios similares a estos en su Emirato natal.
Lo molestó al principio, pero ya quedó a más de 20 minutos.
Y la lista continúa y continuará, el chileno Casale, Rafal “Super” Sonik, Laskawiec, Gonzalez,que pase el que siga…

Marcos Patronelli está haciendo lo suyo tal como en ediciones anteriores, liderando y consolidando su posición en base a concentración y ritmo, si no hay sorpresas, está bien encaminado para repetir.
Entre los Autos, le cambiaron el libreto al Matador.
No es hombre al que lo afecte largar abriendo el camino, pero no contaba con que un insistente problema eléctrico lo afectara casi todo el parcial.

Lo que casi hasta puso en riesgo el triunfo en el parcial de su compañero Nasser Al-Attiyah con el otro buggy V8, que se detuvo a auxiliarlo sin suerte.
El retraso de Sainz, hizo que apareciera otro experimentado, sino el más, para tomar la posta a la cabeza de la carrera.
Sin ganar ningún parcial, simplemente con estupenda navegación, intuición y concentración, Stephane “Mister Dakar” Peterhansel, alcanzó la punta de la carrera, limitándose a cuidar que Al-Attiyah, que venía como pez en el agua, no le sacara mucho tiempo como para que esta posición peligrara.

Entre ambos se coló en el parcial, al fin, Robby Gordon, achicó algo en relación a la punta (ayer estaba a 51 minutos de Sainz y hoy quedó a 46 de Peterhansel en la general) pero con ese ritmo no llega…salvo imponderables que afecten a quienes lo preceden.
El que si sacó un gran partido fue el argentino Lucio Alvarez, otra vez una destacada labor en la arena peruana, que saltó del octavo puesto en la general ayer, al tercero hoy, luego de terminar cuarto en la etapa.

Impecable, con el ritmo indicado para seguir el tren de los líderes, precisamente, lo que a esta altura hace falta para aspirar a cosas grandes.
Terranova se retrasó, lo mismo que De Villers, por la bendita navegación, Holowczyc dejó a los Mini con uno menos cuando cayó en un salto y se golpeó muy duro en las costillas, Novitskiy mantiene el ritmo de la punta y se arrimó Roma.

Entre Sainz , De Villiers, Roma y Terranova, están del 5º al 8º y serán los que deberán afrontar los riesgos para que el grupo de punta no se les escape.
Hay promesa de espectáculo, entre las dunas claro, pero también habrá riesgos. No se trata de otra cosa cuando hablamos de Dakar.
Entre los Camiones, otro especialista rayó al máximo nivel.
¿Qué más se le puede pedir a De Rooy, ganador de las tres etapas disputadas?.

Sin duda, nada, sin embargo, no alcanza todavía para que estos resultados definan su liderazgo. Lo decíamos ayer, un pinchazo, un error de navegación, una desconcentración…
Poco menos de siete minutos lo separan del aguerrido Loprais y su Tatra que no cejan en su afán por destronarlo.
Al menos, un Kamaz volvió a estar en el podio. Nikolaev se colocó muy cerca de De Rooy en el parcial, pero está a más de 20 minutos en la general.

Del grupo de punta, el tercer integrante también mantiene aspiraciones, es el veterano y experimentado Miki Biasión, que aparece a seis minutos y pico de Loprais y a 13 y medio de su compañero De Rooy; lo que decíamos, un pinchazo, un error…
Juego de planteos y especulaciones, en un escenario agreste, hostil y condicionante. ¿Cómo llevar a cabo una estrategia sin que el marco influya y hasta desconcentre?.
Bueno son las reglas de juego que propone el Dakar, por algo, “la última gran aventura del deporte motor”…