Industria Automotriz
MERCADO RUSO
HACIA UNA TORMENTA PERFECTA
19/12/2014. La crisis en Ucrania, las sanciones económicas aplicadas por Occidente en consecuencia y la baja en el precio del petróleo, surgen como los factores excluyentes de la peor crisis que haya vivido Rusia en los últimos tiempos. El colapso del rublo (cayó más de un 40% desde junio) y los vaivenes provocados por la necesidad de convertir los ahorros en algo tangible pero, a la vez, la retracción del mercado por el aumento de precios de los vehículos, han provocado que el negocio automotor acompañe la dramática situación arrastrado hacia un destino incierto (¿algún ejemplo parecido?...)
Varias son las marcas y los grupos de fabricantes de vehículos que han detenido sus ventas en Rusia en medio de una de las peores crisis de su historia.
Mientras que por un lado Carlos Gohsn, CEO de Renault-Nissan, que posee más del 60% de la local AvtoVAZ (Lada) y por lo tanto es uno de los grupos menos afectado e inclusive ganando cuota de mercado, declara que el desplome del rublo es, “un baño de sangre para los fabricantes”, GM, Audi y Jaguar Land Rover (JLR) han dejado de vender temporalmente esta semana, tratando de afrontar de la mejor manera posible el colapso de la moneda rusa.
En los últimos días, algunas opciones de compra han servido para proteger en parte los ahorros de los clientes, que se volcaron sobre productos de alto valor como Porsche, Bentley, etc, sin embargo, esto resultó apenas en un veranito en medio del frío generalizado que, cuando pasó, se convirtió en un pasivo para los fabricantes, que no pudieron reponer ya que sus ganancias se licuaron por la caída del rublo.
GM (Chevrolet, Opel y Cadillac) suspendió sus ventas tratando de “gestionar su riesgo empresarial” y no fijó fecha para reanudar las entregas al por mayor.
JLR hizo lo propio “hasta nuevo aviso” y Audi dijo que reiniciará las ventas luego de establecer una nueva lista de precios “en un futuro próximo”, mientras tanto, detuvo su producción de vehículos en su planta rusa de Kaluga del 22 de diciembre y hasta el 12 de enero de 2015, bajo el formato de vacaciones regulares.
Ford anunció que dejará de producir vehículos en su planta de San Petersburgo durante casi un mes, del 24 de diciembre hasta el 21 de enero de 2015, para paliar su propia caída en el mercado local.
Toyota implementará aumentos de precios para “adaptarse a las condiciones del mercado”, aunque no determinó cuando y por cuanto.
Por su parte, BMW, podría perder entre 100 y 150 millones de euros en ganancias si, tal como se estima, el rublo pierde la mitad de su valor al cabo del último trimestre del año.
Y algunos analistas especializados en la crisis aventuran que, Daimler, VW, Hyundai y la propia Renault, podrían enfrentarse a un impacto todavía mayor a los citados.
Si bien todos los actores del mercado ruso confían en que finalmente la situación “podría estabilizarse”, nadie arriesga como y cuando, aunque en algo también acuerdan, y es que el mercado que surja de esta crítica situación será sensiblemente más reducido que el actual y eso, sin dudarlo, será malo para todos.