Mercedes está reviviendo el nombre Maybach, enfrentándolo a un intento por recuperar una clientela de usuarios de alto poder adquisitivo, escenario donde Mercedes-Benz cedió mucho terreno hasta el presente.
La combinación no es casual, Wilhelm Maybach y su hijo Karl fundaron la compañía que llevó su apellido en 1909, dedicándose a la fabricación de dirigibles tipo Zeppelin y luego, autos de gran lujo hechos por encargo, motivo por el cual ninguno era igual a otro.
Ante la llegada de la IIª Guerra Mundial, Maybach debió de reorientarse hacia la producción de sus motores V12 para equipar a los legendarios tanques Panzer VI Tiger fabricados por Henschel, siendo una de las empresas que desapareció en el olvido una vez finalizada la contienda.
En 2002, Mercedes intentó reflotar Maybach como marca de lujo independiente, pero luego de 10 años y no pocas frustraciones, debió abandonar la empresa como consecuencia del poco interés de sus potenciales clientes.

Pocos meses atrás, Mercedes volvió a revivir el intento, aunque con la salvedad de que lo hizo asociando el nombre Maybach a un producto ya impuesto, como el lujoso Clase S y convertido en una sub-marca: si AMG es el distintivo deportivo de Mercedes, Maybach será el estandarte de lujo de la marca alemana…
Ahora, Mercedes fijó el precio de entrada al Maybach Clase S en 134.000 euros, lo que significa poco menos que el arranque de la comercialización de la nueva versión del afamado modelo que, desde febrero de 2015, llegará a los concesionarios de la marca en toda Europa y con aspiraciones de afrontar los mercados de EE.UU y China, donde también los millonarios de turno hicieron de Bentley Mulsanne y Rolls Royce Ghost II sus preferidos.