Con el nuevo GLE, Mercedes reclama su porción en un segmento de clientes más jóvenes y que buscan otra dinámica en los SUV de nivel superior.
Para esto, tuvo que seguir los pasos de BMW, que rompió los moldes y presentó su X6 tratando de capturar esa franja de compradores en desmedro de su tradicional X5, aunque haya perdido la imagen de Todo Terreno de este a favor de la novedad y posibilidades de la nueva alternativa.
Tal como en el caso de su rival (aunque en las fotos, luce menos grosero) Mercedes apeló a una silueta cupé, con el techo trazando un amplio arco hasta prácticamente el remate posterior (ojo, claustrofóbicos…), dotada de cinco puertas de acceso, de 4m90 de largo y con una distancia entre ejes de 2m92.


Tendrá motorizaciones diesel y nafteras de entre 260 y 362 CV (esta última será V6, 3.0 litros, biturbo, para la variante AMG) y alternará tracción simple ó total (4Matic) con la nueva caja A9 G-Tronic de nueve marchas y cinco modos (Individual, Confort, Baja Adherencia, Sport y Sport+), suspensiones Airmatic y llantas de 21”.
El tope de la gama será la versión GLE 450 4Matic AMG Coupé, que estará destinada en principio al mercado de los EE.UU, escenario donde se fabricará en la planta de Tuscaloosa, Alabama.
El Mercedes GLE es el primer vehículo de la marca en llevar la nueva nomenclatura, donde “GL” significa su capacidad off road y “E” representa su relación en tamaño con el sedan Clase E.