Alrededor de 10 Toyota Hilux impulsadas por motores V8 nafteros de 5.0 litros largarán el próximo Dakar con aspiraciones de un triunfo absoluto que, tal como sucedió con las 24 Horas de Le Mans y en la F1, nunca se concretó a pesar de la gran inversión en tiempo y dinero que demandaron semejantes proyectos.
La numerosa alineación, de la cual se bajó poco tiempo atrás el qatarí Nasser Al-Attiyah, que estaba poco menos que confirmado en Toyota a mediados de año, tendrá como puntal al sudafricano Giniel De Villiers, vencedor del primer Dakar realizado en territorio sudamericano en 2009.

De Villiers y su compatriota Leeroy Poulter, conducirán sendas Hilux del equipo Hallspeed/Imperial Toyota Sudáfrica, que tendrán apoyo logístico de Overdrive.
Este último alineará las Hilux para el árabe Yazeed Al-Rajhi, sorpresivo vencedor de las dos primeras Bajas FIA del año en Rusia e Italia, el holandés Bernhard Ten Brinke, el argentino Lucio Alvarez (5º en el Dakar 2012), el polaco Marek Dabrowski, el francés Christian Laveille, el australiano Geoff Olholm, el kazajo Bauyrzhan Issabayev y el checo Peter Jerie.

Según Marc Fortin, responsable máximo de Overdrive Racing, “es una empresa enorme, que requirió una gran preparación, pero que fue muy gratificante. Presentaremos ocho Hilux propias y le daremos apoyo logístico a Hallspeed para los dos vehículos de Toyota Imperial. Habrá ingenieros, mecánicos, electricistas y personal de apoyo en ocho camiones, dos semirremolques, un par de camiones de carrera que disputarán las etapas para brindar apoyo a las Hilux, un auto de emergencia participando en T2 y 10 vehículos adicionales para los administrativos y personal para la logística”.