Según algunas personas le anticiparon a Bloomberg, el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, está cerca de retirarse del cargo por desavenencias estratégicas que tendría con el CEO del grupo Fiat-Chrysler (dueño del 90% de Ferrari), Sergio Marchionne.
Los mismos informantes indicaron que di Montezemolo (a cargo de Ferrari desde 1991) abandonará la presidencia cuando acuerde sobre la indemnización que le corresponde, aunque no hubo comentarios al respecto por parte del protagonista.
La tensión entre ambos personajes fue evidente durante este último fin de semana en Monza, durante la disputa del GP de Italia de F1, y tuvo su punto culminante luego de que di Montezemolo comentara que tenía intención de permanecer por lo menos otros tres años a la cabeza de Ferrari agregando, “yo decidiré sobre mi retiro y seré el primero en anunciar cuando deje la marca”.

Esto mereció una encendida réplica del CEO de Fiat-Chrysler, “con Luca somos buenos amigos y sé que ha hecho un trabajo excepcional en Ferrari. Yo también me considero esencial, pero debo asumir que estoy al servicio de la compañía, es ella quien pone las reglas y toma las determinaciones, sugerir otra cosa es hablar basura”.
Ferrari es un componente clave en los planes de Marchionne para expandirse dentro del ámbito Premium, algo que está intentando con el crecimiento de Maserati y el relanzamiento de Alfa Romeo.
Montezemolo, sin embargo, intenta que los 7.000 autos vendidos por año se mantengan como límite para la marca y conservar así el encanto de la exclusividad de Ferrari, actitud que se enfrenta a la de Marchionne, que necesita a Ferrari para reforzar el concepto Premium que pretende para el grupo que encabeza.

Las secuelas de los chisporroteos continuaron con el resultado de la carrera puesto, cuando Marchionne calificó de “inaceptable” la gestión del equipo Ferrari de F1 (Alonso abandonó y Raikkonen logró apenas 2 puntos).
Al respecto agregó, “lo importante para Ferrari no solo son los resultados financieros, sino también ganar, hace seis años que logramos la última Copa de Constructores. Tenemos los mejores pilotos, instalaciones excepcionales, ingenieros muy buenos y sin embargo, desde 2008 no tenemos los resultados que buscamos”.
El ejecutivo, cerró su intervención apuntando, “nadie puede siquiera sugerir que la marca estará en problemas si se retira, porque nadie es indispensable”, este 11 de septiembre, cuando la junta directiva de Ferrari se reúna, podría haber más novedades, a buen entendedor…