Todo hace suponer que este nuevo Quattroporte de Maserati será construído en la ex-planta de Bertone en Grugliasco, Turín. Ateniéndose de esta forma a lo que planteáramos unos días atrás respecto a la categorización de algunas marcas del grupo hacia el segmento Premium (Alfa Romeo principalmente, pero también Maserati y Lancia) en lo que fue, un infrecuente y profundo replanteo del grupo Fiat en el nuevo contexto que propone la crisis automotriz europea.
En ese sentido, este Quattroporte viene a ser como un adelantado. Ya que responde fielmente a todo lo esbozado en el replanteo apuntado.
Y con esto no hace otra cosa que tratar de devolverle a la marca “sus mejores vestiduras” para llevarla al sitial que caracterizó a Maserati desde sus orígenes: la máxima expresión de fineza mecánica, elegancia artística y estilo del auto italiano.

Maserati no tenía la deportividad de Ferrari, pero era deportivo; no tenía el atrevimiento de Alfa Romeo, pero se atrevía y no tenía la prosapia de Lancia, pero se la ganaba… Fue, históricamente, la quintaesencia del exquisito gusto italiano hecho auto.
En ese rumbo se propone este nuevo Quattroporte, obviamente, adaptándose a los tiempos que corren.
Con un motor V8 de origen Fiat-Ferrari completamente nuevo, que cuenta con Start&Stop e inyección directa, una generación de componentes inéditos y el sello distintivo y prestigioso de Pininfarina.

El nuevo Quattroporte es más esbelto todavía, se agrandó en largo, ancho y dimensiones interiores, contribuyendo a transmitir una imagen más imponente, pero sin perder armonía y esa clásica pasión que transmitieron en el tiempo, todos los diseños de Maserati.
En el interior se aprecia sobriedad, domina la escena una gran pantalla LCD táctil y una consola central muy extendida donde se destaca el comando del cambio automático/secuencial y los grandes relojes de velocímetro, cuentarrevoluciones y un reloj oval presidiendo el ámbito (¿Breguet?).

En relación al crecimiento de las medidas generales del nuevo Quattroporte, mucho tiene que ver el futuro de la familia, ya que por debajo de sus medidas quedaría el propuesto Ghibli, berlina de cuatro puertas y en un escalón inferior al Quattroporte.
La gama Maserati, se completaría en dinámica sucesión con, el SUV Levante, el citado Ghibli y un deportivo con motor central V6, basado en el monocasco de fibra de carbono que utiliza el Alfa Romeo 4C.
Todos, tras la búsqueda de los 50.000 ejemplares/año pretendidos para la marca que, desde Detroit 2013, tendrá en este nuevo Quattroporte a un fiel exponente no solo del nuevo enfoque del grupo, sino de un retorno de Maserati a su más pura estirpe, lo que no es poco…