Sin tener en claro todavía cual será el monto de la multa que se le aplicará a GM por no haber respondido con la celeridad del caso a la hora de resolver problemas determinados en algunos de sus modelos, defectos que, según la autoridad competente, la automotriz tenía que conocer desde bastante tiempo antes de lanzar los vehículos afectados al mercado, el Senado de los EE.UU, se está replanteando cambios para que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir.
Y en ese aspecto, la que fue más lejos entre todas las ponencias, fue la senadora Claire McCaskill quien propuso que, además de las multas millonarias a las automotrices que no actúen con la anticipación, celeridad y eficacia del caso, sean también los ejecutivos de las empresas los afectados,

en caso de que se compruebe que retrasan o tratan de evitar llamadas a revisión por defectos graves de seguridad que puedan provocar muertes, tal como ocurriera con algunos modelos de GM poco tiempo atrás.
Ante la reiteración de casos de esta índole de gravedad, la senadora McCaskill propuso lisa y llanamente que los responsables se enfrenten a penas que podrían llegar hasta “cadena perpetua”.
La idea es que cualquier persona lo piense muy bien, antes de intentar mantener en secreto o lisa y llanamente evitar un procedimiento de llamada a revisión, en beneficio de resultados industriales o su propia carrera laboral.