Varios periodistas argentinos tuvimos ocasión de asistir en Miami a la estupenda presentación del Fiat 500 en EE.UU, hace algo más de un año atrás.
Un vehículo que sorprendió primero, para convertirse luego en una grata revelación que, hace un par de meses atrás, creció de manera exorbitante con una venta de más de 4.000 unidades para el lapso.
Es cierto, la cifra fue baja en relación a las ventas habituales en EE.UU, sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de un modelo de tamaño y concepto inéditos, presentado por una marca casi sin protagonismo en el país y que se enfrenta directamente con la filosofía histórica y antagónica del mercado de EE.UU.

.Ahora, Fiat renueva y redobla la apuesta con este 500e, que será presentado mundialmente en el inminente Salón de Los Angeles.
Aprovechando el éxito y la identificación con el oportunamente desembarcado 500 común, la marca tiene varios argumentos para confiar en este nuevo intento.
En principio, la integración con el grupo Chrysler, con todo lo que significan sus puntos de contacto con el público local; por otra parte, la política de la administración Obama en relación a los modelos eléctricos (serían subvencionados con hasta u$s 10.000 por unidad!!!) y además, con el compromiso que tomó Marchionne (boss de Fiat-Chrysler) cuando se hicieron cargo de Chrysler en relación a ciertas concesiones que el grupo hará para consolidarse.

Lo concreto es que el Fiat 500e será solo para EE.UU, no irá a Europa, y se venderá “a pérdida”, entre otras cosas, para cumplir con los exigentes parámetros impuestos en algunos estados, especialmente el de California.
Y se sabe que tendrá una potencia aproximada de 100 CV (muy similar a la de la mayoría de los integrantes de la gama 500 que usan motor 1.4 Multiair), con una autonomía levemente superior a los 150 kilómetros entre recargas.