Los próximos meses serán claves para saber si el desembarco de Bajaj y el reinicio de las actividades en la planta central de Mattighofen, alcanzarán para lograr el objetivo de normalidad buscado. Esto debido a la reciente llegada de la marca india, que ya formaba parte del capital social de KTM, que si bien era previsible no era esperable, al menos, en cuanto a la rapidez con que se concretó.

Bajaj decidió adquirir toda la empresa, corriendo de la dirección al anterior propietario y volviendo a fabricar, tanto en la planta-madre como en la de componentes de Munderfing, donde produce piezas de suspensiones bajo la submarca WP.

KTM ha comenzado con la producción de nuevos modelos de las series MX y Enduro Competition, además de los modelos de la marca integrada Husqvarna, con una serie de modelos que son idénticos a los anteriores y también se ha confirmado que las gestiones en GasGas (otra marca integrada) continuarán en los próximos meses, lo que indica una paulatina vuelta a la normalidad previa a la crisis que la estancó.

Está previsto que desde este mes y hasta fines del año se operará en todas las áreas ‘a tiempo completo’ y en turnos de cinco días por semana, que incluirán los desarrollos con motos eléctricas pequeñas, una nueva operación prevista dentro del plan de reconversión de la marca.

Sin embargo, respecto a uno de los proyectos más ambiciosos, el explosivo deportivo de cuatro ruedas X-Bow (único modelo de la marca con esta configuración), la nueva dirección de la marca ha llegado a la conclusión de que se ha convertido en un lastre muy importante debido a su baja rentabilidad (en contrapartida respecto a lo que decía la gestión anterior respecto a su éxito) algo que no se sustenta solamente con la dinámica imagen que propone.

El desarrollo de este auto de competición homologado para calle, junto con Audi (motor IL5/2.5 litros del RS 3 con +600 CV) y Dallara (monocasco de carbono) resultó demasiado costoso, por lo que no se puede esperar una rápida amortización, y hasta es muy probable que nunca lo consiga! La venta de solo 36 ejemplares en 2024, puede ser un éxito para la imagen de una compañía de menor envergadura, sin embargo, es casi una utopía sostenerlo para una que acumula una deuda de más de 3.000 millones de euros! Además, que llega a esta instancia luego de haber vendido una marca tan prestigiosa como MV Agusta y de desprenderse del 30% de su planta laboral para contener su caída.

Sumándose a estos antecedentes, queda claro que la baja rentabilidad del X-Bow muy poco puede ayudar en este momento donde la recaudación está muy por encima de cualquier otra expectativa, lo que de alguna manera facilitaría la decisión de Bajaj, y todo indica que la llevará a cancelarlo más pronto que tarde.  

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