De prosperar la acusación de un sector de la comunidad de propietarios de la marca, se trataría de una seria imputación que pasaría a categoría de muy grave. La misma sugiere que Tesla manipula el kilometraje de sus vehículos para acortar sus períodos de garantía, con lo que limitaría sensiblemente los costos que esto le estaría provocando.

En ella, los demandantes aseguran que sus vehículos incrementaron el kilometraje real mediante un sistema de cálculo que, en lugar de basarse únicamente en la distancia recorrida, combina algoritmos predictivos, métricas de consumo energético y lo que llaman “multiplicadores de comportamiento del conductor”.

Concretamente, la demanda asegura que mediante la “fórmula” que combina los ítems citados, Tesla se asegura que sus vehículos lleguen antes a los 80.000 kilómetros (o 50.000 millas) que marcan el fin de la garantía básica, para así evitarse hacer reparaciones gratuitas que, de otro modo, Tesla debería cubrir.

Uno de los propietarios implicados en la denuncia afirma que su Model Y pasó de registrar 32 kilómetros diarios a 115… sin haber cambiado sus hábitos de conducción, ni la distancia recorrida! Como resultado, su garantía finalizó antes de lo previsto y tuvo que asumir los costos que demandó la reparación de la suspensión de su auto, que ya tenía problemas desde hacía meses.

A este caso, presentado como ejemplo, en Reddit -auténtico “confesionario” 2.0 para los fanáticos de la marca- comenzaron a aparecer testimonios de propietarios sorprendidos por un cuentakilómetros que parece “tener vida propia”. Trayectos de 25 kilómetros que se registran como de 34, rutinas de poco más de 32 kilómetros diarios que “misteriosamente” se convierten en 116. Y no son pocos los que se preguntan, según ellos, con razón, si realmente están circulando más con sus vehículos.… o si estos están ‘preparados’ para acelerar sus cuentakilómetros más de la cuenta!

Según la demanda, esta presunta manipulación no sólo le permitiría a Tesla ahorrarse miles/millones de u$s en reparaciones bajo garantía, sino que también afectaría negativamente el valor de reventa de las unidades y, en no pocos casos, forzaría a muchos clientes a contratar garantías extendidas antes de lo necesario, con pingües beneficios para la compañía.

El reclamo llega en mal momento para Tesla, cuando la marca ha sufrido una caída del 9% en sus ventas en EE.UU. durante el primer trimestre de 2025 (datos de Cox Automotive).

Por el momento, Tesla no ha hecho declaraciones oficiales sobre la demanda. Pero la investigación sigue su curso, y la comunidad de propietarios —esa que una vez defendía la marca con fervor casi ‘religioso’— empieza a ponerle mucha atención al tema y con no poca desconfianza.

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