El último modelo de la gama de Citroën que espera renovación, llegará con más novedades de las que se anunciaron oportunamente. No sólo ofrecerá nuevas alternativas estéticas, de equipamiento y seguridad, sino también del tipo de propulsión, sumando a la electrificación total, la posibilidad de contar con unidades de combustión interna, reformulando la estrategia de la marca que, en principio, apostaba por un “cero emisiones” absoluto.

 El nuevo C5 Aircross será uno de los vehículos más importantes en su portfolio de modelos, además, una especie de bandera del doble chevron al tope de su gama. Modelo del cual ya se conocieron “mulas” de prueba, precisamente, casi todas en versión EV, la que se suponía sería la variante excluyente.

Sin embargo, esta radical decisión no sólo ha entrado en pausa, sino que fue replanteada, tomando un rumbo más acorde con este momento actual de la industria automotriz europea. No haberlo hecho implicaba arriesgarse a perder miles de clientes por una decisión demasiado apresurada.

Los eléctricos no sólo no venden como se esperaba, sino que tampoco convencen, y así lo están advirtiendo muchas marcas.

Por otra parte, asumir el desembolso enorme que está haciendo la marca con el nuevo C5 Aircross, con el riesgo que implica la recuperación del mismo o, al menos, buena parte de este, sería algo muy difícil de amortizar.

Entonces, la primera intención de encarar una importante transformación en el Aircross más grande, proponiéndolo en un eléctrico de gran autonomía y prescindiendo de cualquier versión de combustión interna, le dio lugar a este más moderado planteo.

Esto no significa que Citroën haya renunciado a una variante completamente eléctrica que, en su versión más potente ofrecería, según la marca, casi 700 kilómetros de autonomía con una sola carga. Aunque ahora, esta convivirá con versiones híbridas no enchufables con tecnología MHEV. Versión que, contando con un kilometraje mínimo en modo “cero emisiones”, le posibilitará a la marca brindar una opción de compra muy interesante –y menos riesgosa- cuando arranque su venta en la segunda mitad de 2025.

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