Industria Automotriz TECNOLOGÍA

PURE TECH: FINALMENTE, ¿AS DE ESPADAS Ó CUATRO DE COPAS?!!

19/09/2024. Los motores PureTech, protagonistas de múltiples premiaciones y halagos en sus comienzos, con el correr de los kilómetros comenzaron a mostrar su costado más polémico. Serios problemas de confiabilidad por el desgaste prematuro de la correa de distribución (en baño de aceite) fueron los que alertaron sobre lo que luego se convertiría en un drama para varias de las marcas del grupo Stellantis…

PureTech fue una denominación utilizada por el grupo PSA Peugeot-Citroën para su gama de motores de combustión interna IL3 e IL4. La misma tecnología fue la que el grupo francés llevó a Stellantis, devenido de la fusión entre PSA y FCA, por lo que también fue incorporada a varias de las marcas que componían el conglomerado, extendiéndose su aplicación a DS, Opel y, más recientemente, a FIAT, Lancia, Jeep y otros en todo el mundo (incluyendo varios de los vehículos de las marcas citadas que se venden en Argentina!).

Estos motores fueron diseñados para ofrecer un equilibrio entre eficiencia, rendimiento, serenidad de marcha y reducción de emisiones contaminantes, algo que, quien suscribe, tuvo ocasión de comprobar en algunos de esos aspectos (respuesta, bajo consumo, suavidad de marcha…) cuando tuvo ocasión de circular con un Citroën Cactus equipado con dicha unidad.

La familia de dichos motores se compone principalmente de unidades que van, desde 1.0 a 1.6 litros de volumen cúbico, turbo, reconocidos como PureTech 110, 130, etc, de acuerdo con la potencia de cada uno de ellos. Unidades que, además, se caracterizan por utilizar inyección directa de combustible, turbocompresores de bajo peso y una gestión avanzada y optimizada de la combustión. En todos los casos, los PureTech fueron diseñados para cumplir con las normas europeas de emisiones.

Como consecuencia de sus cualidades y rendimiento, fueron galardonados con premios como el International Engine of the Year en sus respectivas categorías (divididas por cilindrada).


La polémica instalada por los motores PureTech se debió a varios problemas técnicos que afectaron a algunos modelos, generando fuerte crítica hacia las marcas involucradas. En este aspecto, el motor IL3/1.2 litros, fue el más apuntado luego de su lanzamiento en 2012.

Uno de los principales problemas reportados fue el desgaste prematuro de la correa de distribución. En estos motores, la correa (realizada en goma con fibras sintéticas) funciona sumergida en un baño de aceite, para optimizar su lubricación y minimizar el sonido de la unidad. Pero, en algunos casos, la correa, se va desintegrando prematuramente y genera diversos problemas, como la perdida de presión de aceite debido a la obstrucción de los conductos internos del propulsor y filtros a causa de las virutas de goma que se van desprendiendo. Esto provoca que haya que reemplazar la unidad advertida con el inconveniente o, inclusive, un desenlace más dramático para el motor del vehículo que lo utilice.

Otro problema reportado en algunos motores PureTech fue un excesivo consumo de aceite sobre los valores normales, lo que derivaba en una falta de lubricación adecuada y, en casos extremos, con daños importantes para las unidades.

Los problemas con la correa de distribución y otros fallos relacionados, no sólo provocaron costosas reparaciones para los propietarios, sino medidas dramáticas para Stellantis, como la extensión de la garantía a 175.000 kilómetros o 10 años para los vehículos equipados con dicho propulsor y que hayan sufrido averías en el mismo. Algo que ha generado todavía más malestar ya que, en algunos casos, los problemas surgieron antes de los intervalos de mantenimiento recomendados por el fabricante.

Frente a las numerosas quejas, Stellantis lanzó campañas de revisión y reparación de ciertos modelos afectados con distintas alternativas de acuerdo a los diferentes mercados. Además, el grupo procedió a la sustitución de la correa de distribución por otra reforzada con fibra de vidrio, aunque continuando bañada en aceite y hasta propició la eliminación de la denominación “PureTech” en los modelos equipados con dicho motor! E inclusive, Stellantis fue más allá, ya que las últimas unidades del 1.2 PureTech, denominada Gen 3, utilizan cadena de distribución en lugar de correa en las versiones MHEV de 100 y 136 CV.

No es para menos, está el juego una de las cartas más importantes en su portfolio de modelos de acceso, esos que son los que “hacen caja” a la hora de sumar y, como si esto no alcanzara, también está en juego la credibilidad del cuarto grupo automotriz mundial !!

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