LA DEBACLE ELÉCTRICA AFECTA HASTA AL CINQUECENTO-e
17/09/2024. El otrora exitoso 500e tiene un pésimo 2024 en ventas, obligando a la marca a una medida radical: detendrá su producción durante un mes, el doble de tiempo más que la cancelación que ya sufriera en 2023…
Las pobres ventas del FIAT 500e durante este año han llevado a la marca italiana a repetir una maniobra que ya realizó el año pasado en su planta de Mirafiori, deteniendo la producción del modelo, aunque ahora lo hará por el doble de tiempo y como aquella ocasión, en forma temporal.
El Cinquecento de última generación, disponible únicamente en versión 100% eléctrica, no atraviesa su mejor momento, situación que se suma a la paulatina despedida de la generación naftera anterior, y la silueta sólo mantiene sus expectativas por la promesa del arribo de una versión híbrida. Espera que podría ser dramática en términos comerciales, ya que esta se espera recién para fines de 2025.
Tras alcanzar su mayor éxito en Europa hace dos años atrás, cuando se convirtió en el tercer eléctrico más vendido con casi 62.500 unidades patentadas, en 2023 bajó levemente a unas 58.600 unidades (7ª posición en el ranking anual europeo), lo que hizo que la marca lo cancelara durante 15 días para estabilizar sus números.
Ahora, transcurridos los primeros ocho meses del año, el 500e apenas orilla las 19.000 unidades vendidas, con previsiones de cerrar el año con una baja poco menos que estrepitosa y causante de una nueva cancelación en la ‘foja de campaña’ del pequeño ciudadano.
Stellantis anunció que la producción del pequeño eléctrico italiano se detendrá durante cuatro semanas, el doble de tiempo que el año anterior: desde el viernes pasado, 13 de septiembre, y hasta el próximo 11 de octubre.
“La medida es necesaria debido a la actual falta de pedidos vinculada a las profundas dificultades que atraviesa el mercado europeo de eléctricos”, sintetizó el comunicado que el grupo le hizo llegar a los sindicatos, afirmando que seguirán “trabajando duro para gestionar lo mejor posible esta difícil fase de transición que estamos viviendo”.
Esto último, en clara referencia al desplome de la producción en la fábrica de Turín, que alcanzó un preocupante 83% menos respecto al año pasado, lo que deja alarmantes previsiones de un aproximado de 20.000 unidades este año, muy lejos de los 200.000 vehículos que necesita Mirafiori para mantenerse “saludable”.