ENCRUCIJADA ELÉCTRICA
05/08/2024. Luego de volcarse -casi ‘fanáticamente’- por la energía eléctrica, muchas marcas ahora advierten que arrastran más de un año con un descalabro que se reflejará en los números finales de 2024. Notoria baja en las ventas con clientes espantados por quita de subsidios, crecimiento de stocks y devolución de unidades a los fabricantes, plantean un panorama más que complejo para el futuro de la electrificación total desde 2025…
Las ventas de vehículos eléctricos en el Viejo Continente siguen en baja. Una situación que está llevando al límite a las automotrices que basaron su futuro en la electrificación, y que advierten el pobre interés por esta esta de los potenciales clientes.
Un fenómeno que se manifiesta desde principios de 2023 y que se agudizó a medida que año fue avanzando. La caída se hizo más que patente, contradiciendo las predicciones de los analistas de la industria, quienes fallaron tanto en sus apreciaciones, al punto de que los mercados han llegado a un punto-límite de muy difícil retorno.
Situación que se plantea ahora pese a las advertencias de esos mismos mercados, conmovidos por la quita de los subsidios, lo que no evitó que las marcas –casi tozudamente- hayan seguido lanzando nuevos modelos eléctricos, proponiendo cada vez más autonomía que invitara a los clientes a pensar seriamente en un cambio e inclusive, con una tecnología que ofrece menos tiempo para recargar energía, aunque nunca tan poco tiempo como un modelo ICE.
Sin embargo, estas mejorías, nunca pudieron sobreponerse al verdadero problema de fondo en que se transformó la eliminación de bonificaciones por parte de los respectivos gobiernos europeos. Ayuda cuya quita desnudó la auténtica realidad que no tuvieron en cuenta los analistas, convertida en el principal aliciente por el que se habían activado los clientes. La eliminación de las subvenciones gubernamentales resultó tan determinante, que no pudieron compensar, la autonomía extendida y tampoco que el tiempo de carga sea más breve.
Así es como se ha llegado a que los stocks de unidades crezcan en las playas de las fábricas o en los concesionarios. Y en cualquiera de los casos no saben cómo desprenderse de ellos: desde hace algún tiempo, algunos concesionarios europeos empezaron a devolver unidades a los fabricantes, ya que ese es un capital inmovilizado y con dudosas posibilidades de ser comercializado sin pérdidas, lo que ocasionan elevados cargos. Sin embargo, de alguna manera, tendrán que desprenderse de ellos, aunque lo peor es que, generalmente, con más pérdidas a su cargo.
Por otra parte, hay un efecto secundario que agrava aún más el panorama eléctrico, especialmente, en Europa. Son las nuevas normas de emisiones a partir de 2025 que, si estos eléctricos no tienen una salida rápida y las emisiones medias de su flota aumenta, son pasibles de grandes sanciones en “contante y sonante” por parte de la UE!
Todo indica que el año que viene será el momento para los precios baratos de los eléctricos. Sea por descuentos no deseados para achicar stocks, como por el retorno de los tampoco queridos subsidios para los 0Km.
El futuro eléctrico parece encaminado a que pura y exclusivamente dependa del bolsillo de los clientes algo que, quedó demostrado, no puede contrarrestar ninguna tecnología que proponga la electrificación total, al menos, por ahora…