Porsche confirmó que el futuro Cayenne será eléctrico, sin embargo, amplió las posibilidades del modelo que hizo recuperar a la marca cuando la pendiente se inclinaba aún más y, alentada por esto, seguirá ofreciéndolo en versiones híbridas y de combustión.

En ese sentido, el SUV más comercializado de la marca será destinatario de una nueva generación de motores ICE que ya están siendo desarrollados, así como la 4ª generación del modelo, cuyas “mulas” suelen aparecer por distintos caminos de Europa

Considerando el perfil del “usuario Porsche” era casi hasta “ofensivo” que el SUV más vendido de la marca durante 20 años se ofreciera únicamente como eléctrico, más teniendo en cuenta de lo problemático que resulta vender el Taycan 100% electrificado cuyas ventas se desplomaron luego de primeros años más o menos satisfactorios. La tendencia apuntada, más estos últimos sucesos, hicieron que Porsche revisara –como la gran mayoría de las marcas- sus planes de “electrificación total” para algunos de sus modelos.

No obstante esto, Porsche ha destinado una gran inversión al nuevo Cayenne eléctrico, y también al desarrollo de nuevos motores de combustión e híbridos, pero estas opciones ICE no estarán a bordo del nuevo modelo, sino del actual, que será sometido a una profunda revisión que derivará en un profundo restyling considerado casi como un nuevo modelo.

Concretamente, el Cayenne, que fuera sometido a un repaso a principios de año, experimentará en los próximos meses nuevas e importantes mejoras que, según la marca, estarán centradas en los motores, especialmente, en una optimización del apreciado motor V8/4.0 litros, biturbo (que llega casi a 500 CV en la versión GTS), para cumplir con las futuras normas de emisiones, lo que le permitirá seguir vigente bastante más allá de 2030.

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