VOLVO NO CUMPLIRÁ SU “AGENDA ELÉCTRICA” EN 2030
31/07/2024. Volvo es una de las marcas que más apostó por los vehículos eléctricos en los últimos años. Sin embargo, la complicada realidad que afecta a estos, ha llevado a que posponga sus planes de electrificación plena y asuma que “el adiós a la combustión depende de los usuarios”…
Una de las tantas paradojas de estos momentos inciertos para la tendencia eléctrica hace que Volvo, una de las marcas mundiales más comprometidas con la misma, deba afrontarla con dos modelos-clave en su portfolio, los 100% eléctricos EX30 y EX90, que ahora enfrentan un desafío mucho más grande que llega de la mano de varios rivales que apuestan por los ICE.
Ni el hasta ahora exitoso EX30, ni el SUV de lujo EX90, fueron contemplados con una energía de impulsión además de la eléctrica y el hecho de que los clientes no quieran eléctricos los pone en una posición crítica respecto al futuro inmediato.
Hace pocos años que la gran mayoría de las marcas apostaron por el desarrollo de plataformas específicas para vehículos 100% eléctricos, lo que significó un ‘camino sin retorno’, ya que estos no contemplan albergar opciones de combustión o híbridas como alternativas. Otras marcas se inclinaron por arquitecturas tipo multi-energéticas capaces de ofrecer diversos tipos de sistemas de propulsión. Alternativa esta última que, en varios casos, está siendo utilizada como ‘tabla de salvación’ para estos ante la retracción de los eléctricos en la mayoría de los mercados, pero convirtiéndose en un serio problema para aquellos que sólo ofrecen modelos “cero emisiones”.
La marca de origen sueco arrancó el año con un anuncio que era toda una declaración de intenciones: se dejarían de producir desde 2024 motores diésel. Un anticipo que refirmaba su compromiso con la electrificación total y absoluta desde 2030, cuando sería el momento de abandonar los motores de combustión de cualquier tipo. Sin embargo, las circunstancias los están llevando a pensar en un retraso respecto a esta última decisión.
El director de Volvo, Jim Rowan, destacó ”la transición completa a la electricidad llevará tiempo debido a las diferentes situaciones de los mercados mundiales. Seguiremos invirtiendo en el desarrollo de propulsores híbridos enchufables y MHEV, ya que siguen siendo muy populares entre los clientes”.
Volvo mantuvo su decisión de cancelar los diésel, pero la de abandonar los ICE ya no depende de su filosofía y/o enfoque del negocio, sino que está claramente influenciado por la perspectiva de los clientes, algo que, en definitiva determina el éxito o no de cualquier propuesta.