El Salón del Automóvil de Ginebra no volverá a abrir sus puertas en su plaza original. Así se ha confirmado hace tan sólo unos días atrás a través de un comunicado oficial por parte de los organizadores quienes, de esta forma, cancelan la posibilidad de que la muestra suiza vuelva a ser el primer salón internacional a celebrarse en Europa.

El gran evento no se celebrará en su país de origen tal como estaba previsto, del 24 de febrero al 2 de marzo de 2025, pero sí en Qatar, como parte del acuerdo que sus organizadores mantienen con los responsables de ese país. El anuncio de la cancelación, ocurrido poco más de dos meses después de celebrar la 99ª edición, se produjo poco después de haberles comunicado la situación a los responsables del centro de convenciones de Palexpo, la plaza donde habitualmente se concretaba la muestra en Suiza.

Al respecto, Alexandre de Senarclens, presidente de la Fundación Comité Permanente del Salón Internacional del Automóvil, destacó que “esta muy lamentable decisión no debe restar valor a los esfuerzos y la determinación con los que hemos intentado recuperar nuestra muestra. Sin embargo, hay que decir que el desinterés mostrado por los fabricantes respecto al Salón de Ginebra, se manifestó en un contexto industrial difícil, la competencia de las ferias de París y Munich, favorecidas por su industria nacional, y los niveles de inversión necesarios para mantener nuestra plaza, dieron el golpe final para una futura edición”.

La realidad es que los propietarios de los derechos del evento, nunca asumieron que, aún desde antes de la pandemia del Covid-19, los salones automotrices tenían los días contados, una situación que se agravó mucho más con la pandemia que afectó a todo el mundo. Situación a la que habría que sumarles, los altos costos de los espacios, el volumen de los desplazamientos de las marcas y la logística que fueron, en este caso, tan onerosos como determinantes.

Por otra parte, la decadencia de las muestras a nivel general, acelerada por  presentaciones en redes con costos muchísimo más acotados, precipitaron el desenlace.

Para colmo de males, fue que lo que se vendió como un "exitoso Salón de Ginebra 2024", en realidad, fue un absoluto fracaso. El evento solamente contó con 37 expositores y 19 fabricantes, que develaron 13 estrenos mundiales y tan sólo 10 europeos. Números muy pobres comparados con los de ediciones anteriores, lo que demostró una falta absoluta de interés en el acontecimiento, lo que surge como la verdadera razón que motiva ahora el adiós de la muestra automotriz más lujosa y que también supo ser una de las más importantes del mundo.

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