LOS ELÉCTRICOS PONEN A HOLANDA AL BORDE DEL COLAPSO
19/03/2024. La red eléctrica de alta y baja tensión de las principales ciudades neerlandesas no da abasto, en buena parte, por la carga de energía de los EV. Constantes apagones comienzan a hacer repensar su apuesta por los “cero emisiones”…
Holanda fue uno de los países europeos que más apostó por el ingreso y difusión de los vehículos eléctricos. Y esto se concretó de tal manera que comenzó a generar importantes problemas en su red de alta y baja tensión, ya que la gran demanda de energía, derivó en apagones continuos que ahora obligan frenar el avance de los EV, de tal forma, que hasta no son pocas las voces que reclaman “echar a los eléctricos de nuestras ciudades”.
Una alternativa impensada para la Unión Europea que no sólo no la tuvo en cuenta, sino que avaló la apuesta neerladesa, inclusive citándola como ejemplo. No obstante, la cruda realidad plantea que los propietarios de eléctricos, hasta podrían ser los más perjudicados por su desembarco, a partir de medidas que podrían marginar sus medios de circulación y traslado.
El cambio del panorama europeo de los últimos días, donde la UE tuvo que dar un paso hacia atrás en su idea original de cambiar el sistema de movilidad de los ciudadanos del continente en 2035 abandonando definitivamente los ICE y apostarlo todo a los eléctricos, ha sido el causante. Ya no se descuenta que la combustión interna tenga los días contados, algo que además de despertar gran suspicacia por parte de las automotrices ha revitalizado la, hasta no hace mucho, condenada alternativa.
Por otra parte, el problema neerlandés no afecta exclusivamente a los usuarios de eléctricos, sino que amenaza convertirse en una “odisea social”, ya que afecta a la construcción de nuevas viviendas, emprendimientos comerciales, buena parte de la industria del país y hasta amenaza con alterar la forma de vida de los habitantes. Según últimos informes, la red eléctrica de alta tensión está en situación crítica y la de baja tensión al borde del colapso, causando continuos apagones en las cuatro principales ciudades. Los ciudadanos de Utrecht, Rotterdam, Ámsterdam y La Haya son los principales afectados y su malestar ya comenzó a hacerse sentir, algo similar a lo que sucede en algunas ciudades alemanas.
En ese sentido, los puntos de carga públicos para los EV no hicieron más que agravar la situación de la red general. La voz de alarma llegó por parte de Stedin, el mayor operador de la red eléctrica holandesa, advirtiendo al gobierno que la situación es insostenible a partir de un ejemplo más que elocuente: en Utrecht, se estableció que la demanda por electricidad ya es mayor que la capacidad de la red general. De ella dependen miles de hogares cuyos integrantes, en su momento, desde una política de “transición verde” y ante el aumento del precio del gas ruso acelerado por el conflicto con Ucrania, fueron animados a sustituir las calderas de gas por eléctricas y ahora se encuentran poco menos que como rehenes de la situación.
Panorama que se agrava cuando una gran mayoría de propietarios de vehículos eléctricos recarga en los puntos públicos cuando salen del trabajo, entre las 17.00 y las 20.00. El operador de la red alertó al gobierno que para evitar los apagones sería necesario instalar, al menos, unos 55.000 transformadores eléctricos, lo que también implicaría un “cableado” nuevo de más de 100.000 kilómetros! Tarea titánica y casi imposible de realizar a corto plazo y que, para colmo, sólo aliviaría la situación, ya que la proyección apunta directamente a que, si continuara el crecimiento del parque EV en los próximos 10 años, la situación se convertiría en caótica.
A la cabeza de las alternativas para paliar la solución, está la propuesta Lot van Hooijdonk, uno de los responsables del Ayuntamiento de Utrecht, quien sugirió desconectar los puntos de carga desde las 16:00 hasta las 21:00, e inclusive aumentar significativamente el precio de la carga durante ese tiempo para disuadir a los usuarios, y así preservar el servicio de luz a un millón y medio de hogares.
Medidas extremas y opuestas que se barajan luego de fomentar durante buen tiempo la “panacea” de los eléctricos y que afectarían seriamente a sus usuarios. Aunque lo más paradójico, y que también se evalúa, sería prohibir el acceso de los eléctricos a los centros urbanos, condenándolos al mismo destino que no hace mucho tiempo atrás, sólo parecía “reservado” para los autos impulsados por motores de combustión interna !!!