LOS EV NO SON “CERO EMISIONES” !!
29/02/2024. En una polémica determinación, BMW y MG fueron apercibidas por un tribunal británico para que dejen de usar la frase “Cero Emisiones” en la promoción de sus unidades eléctricas. Se reabre la controversia ¿desde cuándo se deben medir las emisiones?...
La movilidad eléctrica no deja de ser actualidad, en este caso, a través de una sentencia en Gran Bretaña que pone en tela de juicio una de sus principales virtudes, su capacidad para no generar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Una determinación que puede afectar a una de las mayores justificaciones que tienen los eléctricos y lo que es más, a su historia y su futuro.
La polémica tiene origen en el Reino Unido, donde dos marcas fueron apercibidas por un tribunal británico para que dejen de usar las palabras “Cero Emisiones” en sus publicidades, replanteando una controversia que aún se debate: ¿desde cuando se deben “medir” las emisiones de los vehículos?
El caso afecta de lleno a BMW y MG, que mantenían sendas campañas de publicidad en redes sociales en las que el lema principal para promocionar sus coches eléctricos era su presumible “ausencia de emisiones”.
La sentencia es aplicable para todos los vehículos eléctricos del mercado británico, no solo para las marcas citadas.
El tema surgió desde el Advertising Standards Authority (ASA), un organismo que vela porque la publicidad que se emita en el Reino Unido sea “veraz y no hiriente, ni falsa” para los consumidores, quien fue la entidad que denunció en los tribunales a ambas marcas.
La sentencia no solo exigió a los fabricantes el retiro de los anuncios, sino que los advirtió como para que no vuelvan a emitir ningún tipo de campaña en la que se utilicen frases similares, ya que estimó que estas no se corresponden con la realidad.
Pero el problema no está en que el lema “cero emisiones” sea una flagrante mentira referido a los vehículos eléctricos ya que, si nos limitamos exclusivamente al momento en que se inicia su “vida útil” por calles y/o rutas, esto es lo más aproximado a la verdad en referencia a cualquier vehículo autopropulsado.
El tema está en el momento desde el que se comienzan “a contar sus emisiones”. Para juzgar este caso en particular, el tribunal británico consideró que estos vehículos no son “cero emisiones” si se tienen en cuenta, la extracción de los materiales involucrados en su fabricación, su transporte y su “reconversión” en chatarra, conceptos que abarcan toda la vida útil de un vehículo, desde la gestación y hasta convertirse en... un despojo.
En este caso, la sentencia podría cambiar la concepción en torno al vehículo eléctrico, pues es probable que se adviertan medias de emisiones muy superiores, en las que la contabilidad empiece desde su gestación y no desde que la unidad está dispuesta para circular, como sugieren todas las promociones de los EV cuando de emisiones se trata.
A partir de lo cual, y en línea con la decisión del tribunal británico, podría estimarse que las unidades eléctricas NO SON CERO EMISIONES. Lo que, en cierta forma, sería como ponerle un límite a este solapado engaño, ya que -en el mejor de los casos- sólo reducen un 40% las emisiones en toda su vida útil con respecto a los vehículos con motores de combustión convencionales.