Stellantis dio marcha atrás con las versiones 4x4 de sus modelos más pequeños en el Viejo Continente. Medida que afecta, especialmente, a un campeón de FIAT, como es el Panda, y al Jeep Renegade, que brindaba esa interesante posibilidad en un vehículo del segmento SUV chico.

No hay misterios, ni secretos, en la medida: surge por la necesidad de volcar los ahorros logrados con dicha eliminación, en los nuevos desarrollos de distintos componentes para sus eléctricos.

La necesidad de inversión, tanto en tecnologías de propulsión, nuevos motores eléctricos y baterías de alta densidad energética (también más livianas y con el menor tiempo de carga posible) que entreguen la mayor autonomía posible, y todo con costos lo más acotados posible, es una ecuación muy difícil de resolver sin el aporte constante de grandes sumas.  

Un costo fenomenal que explica por qué el grupo Stellantis recortó la oferta de algunas versiones-estrella de dos de sus marcas en Europa. El Panda 4x4 desapareció a finales del año pasado, no hay informes sobre un eventual retorno y todo indica que no reaparecerá. En la gama del 500X, la tracción total también desapareció, aunque el modelo se mantendrá en el mercado hasta mediados de 2024. Por último, el Jeep Renegade, que causó sensación desde su aparición, achicó su gama, tan pronta como imprevistamente, suspendiendo las versiones de tracción total, que ahora solo está disponible en la versión híbrida enchufable Renegade 4XE. Hasta hace poco, la tracción integral también estaba también para las versiones nafteras y diésel más potentes del portfolio del modelo.

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