Industria Automotriz CRISIS

VW APOSTÓ POR LOS EV Y AHORA SE LE VUELVEN “CONTRA”

18/10/2023. El grupo alemán se enfocó de lleno en su estrategia de vehículos eléctricos, sin embargo, la "normalización" del mercado EV ahora responde llevándolo a una profunda crisis…

Todo indica que como alguna vez sucediera con el “mercado diésel”, subestimándolo con el mayor engaño de la historia del auto, VW vuelve a hacerlo, ahora, con la tendencia que abrazó para “limpiarse” de semejante fraude, la electrificación.

Sin embargo, en esta ocasión, no hay instituciones legales, gobiernos o entidades que le respondan, sino que es el propio mercado de los eléctricos el que desencadenó la grave crisis que vive la marca.

VW está sufriendo uno de los golpes más duros en Europa algo que, curiosamente, no se había planteado en sus estimaciones internas cuando se enfocó en su estrategia de electrificación plena. La marca sabía sabe los precios de sus eléctricos iban a ser demasiado altos, algo que ‘a priori’ surge como factor desencadenante, sin embargo, no es lo único que la ha llevado a este momento crítico.

Cada uno en su momento, los responsables de conducir los destinos de VW imaginaron que los vehículos eléctricos le brindarían a la marca una “segunda oportunidad”, para de alguna manera reposicionarse luego del desastre que hicieron con el Dieselgate. El lanzamiento del ID.3 supuso un verdadero punto de inflexión para la marca, que aceleró su despegue con el ID.4, convertido en uno de sus modelos más vendidos desde su lanzamiento hasta la fecha. Sin embargo…

El gran problema que llevó a VW a esta situación, fueron las ayudas a la compra de vehículos eléctricos que, propiciadas en primera instancia por el gobierno alemán, ahora se han eliminado. Bonificaciones que, en muchos casos, llegaban hasta 7.000 euros, convirtiéndose en un motivo más que suficiente para que los clientes lo aprovecharan, pero llegó un momento en que “la caja ya no dio para más”, y los descuentos fueron disminuidos lo suficiente como para repercutir en la baja de las ventas. Algo similar a lo ocurrido en otros países del entorno europeo donde las ayudas no fueron tan destacadas por los condicionantes para solicitarlas.


Por ejemplo, en los Países Bajos, la ayuda para quienes estén dispuestos a comprar un EV es de alrededor de 2.900 euros, con un valor fiscal -que no es el precio del vehículo- de hasta 45.000 euros, una cifra para modelos de autonomía extendida, hoy por hoy, la mayor demanda de los potenciales clientes. Pero esto implica una batería más potente y, por lo tanto, más cara, por lo que los clientes se encuentran con que tienen que pagar más de 10.000 euros por un equivalente EV de un vehículo impulsado por un motor de combustión!! Una cruda realidad que VW no consideró en sus estudios internos previos, que los gobiernos pusieron a su disposición y que los mercados respondieron en consecuencia!!!

Sin embargo, los momentos más complicados de VW parecen ser los que vendrán, ya que esta encrucijada que está teniendo promete acentuarse debido, sobre todo, a que la marca está tomando medidas que no son, en absoluto, las más populares.

En los últimos días se conoció el cierre de la factoría más significativa de la marca, al menos en arquitectura, la acristalada planta de Dresden, construida especialmente para el desaparecido Phaeton, y ahora una de las sedes en las que se fabrica el ID.3. Otra de las medidas es la no renovación de los contratos temporales de alrededor de 250 empleados del establecimiento  central de Zwickau, habiendo más de 2.000 puestos de trabajo “en el aire”.

Para colmo, inclusive el panorama podría ser más complejo aún a partir de que la era eléctrica afronta un “cuello de botella” crítico, los pedidos se reducen y ya son otros fabricantes los que empiezan a plantearse medidas similares a las de VW.

El grupo alemán sabe que la salida a esta situación de baja demanda de vehículos eléctricos, no solo pasa por abaratar los precios de estos, ya que la disminución no sería muy significativa porque no hay mucho margen para hacerlos tentadores. Por otra parte, la acuciante situación no es algo que se haya producido en los últimos meses, en absoluto, viene desde hace mucho tiempo. Prácticamente, desde el lanzamiento al mercado del ID.3 que no atrajo lo suficiente entonces, y tampoco lo hace después de su restyling de media vida, y lo peor es que VW lo sabe…

Por esta razón, la marca encaró el ID.4, un SUV más atractivo para las tendencias actuales y que, además, se vendió bien. Pero si alguna vez colmó las reservas de pedidos, ahora ya no lo hace, y como si hiciera falta algo más para pintar este oscuro panorama para el grupo alemán, en el horizonte ya comienzan a aparecer, con similar calidad y más baratas, las marcas chinas…

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